Líder sólido por méritos propios (2-1)
Real Betis | 2 | 1 | Real Valladolid |
El ex sevillista Marc Valiente adelantó al Valladolid con un gol de cabeza y realizó un gran partido. Rubén Castro hizo la igualada tras sellar otro gran encuentro como bético. Partidazo de Miguel Lopes, de cuyas botas partió el segundo gol. Guilherme fue expulsado por doble amarilla a cinco del final.
Estos dos saben a lo que juegan. Se preveía un partido interesante en el Ruiz de Lopera entre dos de los gallitos de la categoría y el asunto no defarudó a nadie. Tanto Betis como Valladolid demostraron que no es casualidad que anden ahí arriba después de cuatro jornadas y que habrá que tenerles en cuenta durante todo el año. En un partido de ida y vuelta en el que pudo pasar de todo, el gato al agua se lo llevó el que más lo mereció. Un Betis que nunca se rinde. Un equipo que se acostumbra a tocar bien el balón, a llegar a la meta contraria en innumerables ocasiones, a leer los partidos con la claridad cristalina que le impone Mel desde la banda y a remontar una y otra vez los encuentros merced a todas estas virtudes.
A todo ello, únanle el estado de forma en el que se encuentran algunos futbolistas como Rubén Castro, Dorado o Miguel Lopes (partidazo del portugués y no se pierdan su jugada en el segundo gol...), el espíritu de equipo y de bloque de los verdiblancos y la aportación de una cantera cuyos chavales invitan a soñar con un futuro prometedor. Esto es muy largo, pero por Dios que en el Ruiz de Lopera se cantó con más convicción que nunca aquello de 'Volveremos, volveremos, volveremos otra vez...'.
En la primera parte el Betis salió mandón. Tocando y dominando, pero sin llegar con claridad. Al buen manejo de pelota no le acompañaban las ocasiones. Incluso, la mejor de todas fue de Calle para los visitantes, pero afortunadamente no tenía su día y falló en el área pequeña. La mejor de los locales fue de Caffa que estrelló un balón en el palo tras una gran combinación del equipo y un pase atrás de Fernando Vega. Cuando menos apuros pasaban los béticos y mayor era el control, llegó el tanto del Valladolid en un despiste en un córner. Otra vez a apelar a la épica, pero esta vez para remontar a un equipo muy bien plantado en el campo y con buenos jugadores a la contra.
Entonces pasó lo de siempre. Mel da una charla en el vestuario y arregla el problema. El equipo sale ultra motivado a la hierba y en menos de tres minutos Rubén es el más listo de la clase para rematar con el pie una falta en el primer palo. El empate y a pensar en ganar. El míster sienta a Momo (muy gris su partido) y refuerza el medio del campo con Beñat para poco desués mandar a ducharse a Caffa y dar paso a Israel. Otro acierto. El hueco que deja Momo en la derecha lo aprovecha Miguel Lopes para subir la banda con potencia y calidad. Qué buena pinta tiene este tío. Se fabrica una jugada descomunal, rebasa al lateral y pone un centro medido al segundo palo que cabecea Israel a la perfección para dar la vuelta a todo. Eso sí, antes, Calle había fallado otra sin portero tras una gran contra del Valladolid...
Mel da entrada a Cañas para controlar el partido de ahí al final. El Betis sufre, pero sabe hacerlo. Sin ponerse nervioso y aguantando las acometidas del buen equipo que tiene enfrente. Bien los centrales, expeditivos y seguros y atentos los laterales con el apoyo de un medio del campo trabajador y sacrificado.
Así se llega al final de un choque que no hace sino ratificar un poco más lo que parece ha sido un acierto total a la hora de contar con un entrenador como Mel que tiene así de metidos a sus jugadores. El tiempo dirá, pero estos chavales quieren jugar en Primera y lo demuestran con empeño, sacrificio y fútbol, que no es poco.