Los daños colaterales de la eliminación europea
Era un palo que casi nadie se esperaba. Las ilusiones que había en el nuevo proyecto sevillista con Marcelino al frente han recibido la bofetada más cruel que puede dejar muy tocada la línea de flotación de este nuevo ciclo. Tres factores fundamentales del proyecto remodelador se verá afectados tras lo del Hannover: Deportivo, económico y anímico.
Deportivo: El equipo se ha quedado sin competición intersemanal, algo que no pasaba desde la época de Caparrós. Y eso que Marcelino y su hombre de confianza, Ismael Fernández, aseguraron en pretemporada que todo estaba dispuesto y organizado para competir cada tres días. Aunque se ha evidenciado (el banquillo de ayer es propio de un final agónico de campeonato y no del primer partido de la temporada) que la plantilla es corta lo cierto es que hay mucho jefe indio que pueden verse demasiado ensombrecido si sólo se juega cada domingo. ¿Llegará Gio? Aunque alguno considere que el fracaso de ayer puede acelerar las gestiones, el efecto puede ser contrario y entender que con menos compromisos ya no hace falta traer al mexicano. Otro gran debate que deja la eliminatoria es la figura de Andrés Palop. Muchas dudas había sobre la conveniencia de su alineación cuando Varas se había ganado estar al frente de los partidos importantes. El valenciano ha evidenciado que sus mejores momentos son ya historia (gloriosa e imborrable en Nervión), pero eso… historia.
Económico: Aún no se ha valorado realmente el palo económico que supone esto para la entidad. Se pueden perder unos seis o siete millones de euros en total, por lo que este golpe es mucho menor que el recibido cuando se cayó ante el Braga. Dos años sin Champions sí que desnivelaron el presupuesto y desató con las penurias económicas que el propio Del Nido ha reconocido. No está el Sevilla para perder dinero y sin duda, con la eliminación europea no ha hecho… unos ingresos que los últimos ocho años siempre estuvieron ahí.
Anímico: Sin duda es la mayor incógnita y ahora el primer reto de Marcelino. No sabemos cómo le habrá afectado al asturiano el asunto (es obvio que mal, pero habrá que ver su capacidad de reacción) lo que sí es seguro que a los que conocemos más los ha dejado KO. Las caras de Del Nido y Monchi tras el choque de ayer eran un poema. Al presidente, aunque se apresurara a mandar ánimos tras el choque se le ve hundido en el ánimo, ya que tenía muchas esperanzas puestas en el proyecto. El equipo, con mucha gente joven, también lo puede notar y después de la esperanzadora pretemporada y lo poco que ha ofrecido el equipo en competición oficial queda un gran interrogante sobre lo que puede dar en Liga. La moral será vital para salir de esta situación.
Habrá días para analizar la figura de Marcelino y no hacer juicios precipitados pero Sevilla es así y el crédito se pierde o se gana en cuestión de segundos. El técnico lo tenía todo a su favor y una grada entregada pero la eliminación y algunas decisiones (no decidirse por un portero solamente, la convocatoria con tres defensas y solo jugador de ataque teniendo que remontar, la ‘Alexancada’ de Fazio o la alineación en Alemania…) hacen que la lupa también lo vigile de cerca.
