Del sueño a la lógica (4-2)
FC Barcelona | 4 | 2 | Real Betis |
Real Betis: Casto; Isidoro, Mario, Dorado, Nacho; Salva Sevilla (Matilla, m. 56), Iriney (Santa Cruz, m. 46), Cañas; Rubén Castro, Jorge Molina (Ustaritz, m. 72) Jefferson Montero.
El Camp Nou hay muchas formas de abandonarlo. Se puede abandonar con una cara de éxito sin precedentes casi, de gesta histórica, de logro épico. Son pocos, muy pocos los que lo logran, casi ninguno de hecho. Luego están la mayoría de los equipos, los que se van derrotados. Pero dentro de ese enorme grupo hay diferencias. Se puede marchar uno con la cabeza alta, orgulloso, incluso contento, dentro de lo posible. Se puede marchar uno incluso satisfecho con el trabajo y satisfecho por haber hecho sufrir al mejor equipo del mundo. Así se ha marchado este domingo el Betis, contento y orgulloso pese a la derrota.
Cabe preguntarse, en cualquier caso, si el balance general es adecuado o no. Sobre todo cuando se paga peaje y con el derbi a la vuelta de la esquina. Ese peaje se llama Mario, que ha sido expulsado y no jugará en el derbi.
Pero el bagaje moral, al menos, es positivo. El Betis ha sabido jugarle al Barcelona de tú a tú e incluso fue el primero que se acercó a la portería rival. Todavía con cero a cero pudo adelantarse en el marcador. Perdonó y el Barça, en dos acercamientos, dio respuesta con dos goles. A partir de ahí, en cualquier caso, se vio el verdadero partido. El Betis, poblando su centro del campo, obligó al Barça a jugar mucho por fuera, además sin complejos jugó la pelota y se encontró cómodo, interpretando bien el partido y la cierta laxitud en la presión local. Así volvió a pisar la portería local poco a poco e incluso a marcar, algo inédito esta temporada.
Mejoró aún más el Betis en el inicio de la segunda parte, con Santa Cruz en el campo. El paraguayo, además, hizo un golazo en una jugada iniciada por él mismo que puso en alerta al Barcelona y al Camp Nou. Quizá llegó pronto ese tanto, porque desató las fuerzas azulgranas. Messi salió de su languidez, Daniel Alves profundizó, Alexis volvió a aparecer, Xavi e Iniesta se hicieron cargo del cotarro y el Barça apretó, mucho. Empezaron a caer las ocasiones y logró sobrevivir unos minutos el Betis, pero entonces Mario vio la segunda amarilla (la pudo ver incluso antes) y el partido se rompió. En realidad ya estaba agobiando demasiado el Barcelona, pero sin el canario el conjunto verdiblanco hizo aguas.
Ya el cuarto, de penalti de Messi, solo hacía rubricar el final del partido. Un partido que perdió el Betis, como hacen casi todos los equipos, pero en el que sale reforzado moralmente y debilitado por la baja de Mario.