Fichen carácter
Durante esta temporada, el Sevilla ha dejado claro qué virtudes, las menos, y qué carencias, las más, alberga su plantilla.
Ha dejado claro la plantilla del Sevilla que cuenta con pocos futbolistas de carácter defensivo, y quizás por ello Marcelino tomara la determinación a principios de la temporada de echar atrás al equipo sin rubor para intentar evitar la sangría de goles de la temporada anterior, en la que con Manzano fue un coladero... pero acabó quinto.
Queda claro, por tanto, que en la plantilla nervionense no hay futbolistas de marcado carácter defensivo. Ni siquiera los defensas tienen desarrollado ese chip, por increíble que parezca. Salvo Fernando Navarro no son futbolistas marcados por su agresividad. Y Escudé, el superviviente de la gran época, era el más fino entre todos aquellos que llevaron al equipo a las más altas cotas europeas.
Luego está Medel, pero pocos más de su perfil hay en el equipo. La incógnita de Guarente... y poco más. Pocos centrocampistas miran hacia atrás y son sacrificados en el trabajo solidario y defensivo.
Es una carencia del equipo, el carácter defensivo de muchos de sus jugadores. Como lo es el carácter físico. Ya sea en la más pura apreciación de la palabra y en el matiz de la resistencia. El Sevilla cuenta con pocos jugadores que atesoren a la vez potencia, fuerza y resistencia. No es cuestión de entrar en comparaciones, pero ya no existe, o se echa en falta, un perfil más completo, como el de Poulsen, Martí o Keita, salvando las distancias lógicas.
Pero sobre todo faltan en esta plantilla del Sevilla jugadores de carácter. Carácter para no hundirse como en Getafe cuando el partido y el marcador se ponen cuesta arriba, tan cuesta arriba que parece imposible remontar. Es en ese momento cuando deberían surgir jugadores capaces de echarse el equipo a la espalda, pero el Sevilla no los ha encontrado, no las ha encontrado en toda la Liga, y quizás por eso ha dado el gatillazo en momentos importantes. Con Kanouté fuera de concurso en muchos partidos, con Negredo intermitente, solo Navas y Medel han sido capaces de reclamar protagonismo.
Por eso, y, más allá del bajón del nivel técnico del plantel, evidente, ha existido en estos últimos años y en esta última temporada un descenso del nivel de liderazgo de los futbolistas del Sevilla. Eso es difícil de encontrar y de fichar, y tanto, y a veces se forja en un mismo equipo. Pero en este no se atisban, más allá de los existentes. Y el equipo los echa en falta. Con más dosis de liderazgo, partidos como el de Getafe, pero también como el de Gijón, Anoeta, como el del Levante, como el del Málaga o el Villarreal quizás no hubieran sido tan amargos. Esos partidos en los que faltaron... dosis de carácter.
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