Valencia, del Athletic al Sevilla: "¡Puf!, menudo cambio"
Este lunes se enfrentan el Sevilla y el Athletic en el Ramón Sánchez Pizjuán. Dos equipos clásicos y con solera en el fútbol español y en cuyas filas han militado varios futbolistas. Quizás el jugador que esté en la cabeza de todos que haya hecho recientemente el camino entre Vizcaya y Sevilla sea Aitor Ocio, pero ha habido otros.
De la Fuente, que además ha trabajado en las dos canteras, o Juanjo Valencia, el exportero. Valencia recuerda, con motivo del Sevilla-Athletic, sus vivencias en el equipo nervionense. Dejó el Athletic por la competencia con Imanol Etxeberria.
Valencia recuerda que su fichaje por el Sevilla (1999-2000) fue "exprés" y sucedió en Holanda. "Si hay algo que recuerdo especialmente es que me pasé medio verano en Holanda. Me quedaba todavía un año de contrato en Bilbao, pero surgió la posibilidad de ir al Sevilla. Era una buena opción y las negociaciones se cerraron bastante rápido. Tanto, que mi fichaje fue más un cambio de hotel que otra cosa. Me comí toda una pretemporada entera en Holanda", recuerda en cancerbero en el Deia.
"No tenía pensado salir. Es algo que no te planteas. Yo entiendo que es un privilegio estar siempre en el mismo club, más aún en el Athletic. Así lo veía yo entonces, también ahora, pero creo que está bien probar suerte en otros equipos. Son experiencias que te hacen crecer en muchos aspectos. Se aprende de ellas y además te enriquecen. No puedo esconder que al principio se puede pasar mal, como me sucedió a mí, sobre todo el primer mes, pero luego terminas haciéndote a la ciudad y va todo rodado".
Y sí, fue un cambio radical el cambio de vestuario, del rojiblanco al blanquirrojo: "Puf, menudo cambio. Yo estaba acostumbrado a que todos nos conociéramos, nos unía una buena amistad. De la noche a la mañana me encontré en un equipo en el que se juntaban muchas nacionalidades: griegos, serbios... es algo chocante. Pasé de compartir habitación de hotel con Julen Guerrero a hacerlo con un uruguayo que, como yo, acababa de llegar al Sevilla y al que no conocía de nada, aunque no tardé demasiado en hacer amigos, soy bastante abierto para conocer a gente nueva".
Otra cosa que le costó, el clima: "Eso era matador. Creo que lo más duro. A mediados de agosto y a 40 grados... era prácticamente insoportable. Salíamos de la ducha y empezábamos a sudar otra vez". Con todo, Valencia se adaptó rápido: "Es lo bueno que tiene el calor, que invita a salir a las terrazas, a estar con los amigos. Así fue más sencilla la adaptación".
Pero en lo deportivo todo fue más complicado incluso. "Teníamos una plantilla apañada, el Sevilla venía de ascender pero se hundió y volvimos a caer. Fue duro y complicado. Arrastramos un mal inicio de Liga y nos costó conseguir buenos resultados. Además, a la mala situación deportiva se le juntaron problemas extradeportivos como los económicos", recuerda el meta, que volvió a la suplencia tras la llegada de Frode Olsen en enero y en marzo rescindió su contrato con el Sevilla.
Entre sus recuerdos, rescata el partido contra el Athletic en el Sánchez Pizjuán, un encuentro que finalizó con empate a cero. "Disfruté mucho aquel día, también a lo largo de la semana, aunque no puedo obviar que pasé muchos nervios".
Aún hoy día, Valencia asegura que los partidos entre el Sevilla y el Athletic siguen provocándole ciertos nervios. Su paso fue del Athletic al Sevilla fue breve, pero especial.