Cuando no se puede ganar, siempre es bueno sumar
Nacho González IIIEuropa exige partidos como los de esta jueves noche. El físico se impone en muchas ocasiones a la estética, y el Olympique supo imponer su orden para evitar la alegría del juego bético. Eso no impidió al Betis dar la cara y disponer de las pocas ocasiones de gol que ofreció el partido, pero los galos tuvieron el partido que querían.
Ya desde el comienzo los de Mel comprendieron lo que supone un partido de competición europea. Quienes ya tenían experiencia en estas lides lo recordaron, y quienes debutaban en una noche de estas asimilaron rápido que el ritmo y la intensidad en estos partidos, y más ante un rival como el Lyon, difiere mucho de la Liga española.
Olympique Lyon: Lopes;Dabo (Fofaná, 77'), Koné, Umtiti, Bedimo; Ferri, Gonalons, Briand, Grenier (Mvuemba, 89'), Lacazette y Gomis (Fekir, 68').
Los galos salieron fuertes en la presión, con la lección aprendida de lo que le sucedió al Valencia cuatro días antes, y sin estar dispuestos a dejarse sorprender por la ilusión de un Betis que se reencontraba con el viejo continente. Esa apuesta por el rigor táctico hizo inútil la presencia de Gomis en el campo.
Perquis estuvo sobresaliente ante el internacional galo, imponiéndose en la anticipación y saliendo al cruce cada vez que Lacazette le ganaba la espalda a Steinhöfer. En ataque Verdú pausaba el juego quizás en exceso, mientras que Cedrick no estuvo en esta ocasión tan fino en los metros finales. Aún así, suya fue la mejor ocasión con diferencia del primer periodo. Ya en la prolongación, el congoleño presionó a Koné hasta meterlo en un lío, le robó el balón y se plantó solo ante Lopes. El portero galo le ganó la partida y remendó el error de su central. Poco antes, la mejor combinación en ataque del Betis estuvo cerca de convertirse en gol, pero Umtiti estuvo mucho más rápido que Chuli casi en la línea de gol. Así se llegaba al descanso, con el Betis en su mejor momento y el Lyon pidiendo la hora.
En la reanudación el paso de los minutos fue cediendo la superioridad a los franceses. Aunque previamente Chuli dio muestras de su habilidad con el balón entre los rivales, en un remate final que desvió Lopes. A partir de ahí se esfumó la creatividad en el ataque bético durante muchos béticos. El Olympique estaba cómodo bien posicionado atrás, y el Betis no encontraba espacios. Incluso en este tramo del encuentro, uno de los extraordinarios centros de Grenier fue desaprovechado por Umtiti, quien cabeceó horrible con Andersen batido. Fue la mejor ocasión del Lyon.
Eso sucedió un instante antes de que Nosa estrellara al palo una acción de manual con Salva Sevilla. A partir de entonces el partido entró en ese correcalles que tanto gustan a los hombres de banda verdiblancos. Así llegaron los mejores momentos de Cedrick, ayudado por la entrada en el campo del almeriense, de nuevo más vertical que Verdú. Como sucedió en el primer tiempo, el Betis quiso morir matando y el Lyon soñaba con el final. Pero ese ímpetu no fue suficiente, y el marcador se mantuvo inamovible hasta el final.