De Tolo a Jaime, pasando por Lucía
Tolo Gelabert fue en su día uno de los mejores jockeys de España. Durante más de una década montó en más de cinco mil carreras. El trágico cierre del hipódromo de La Zarzuela en 1991 frenó en seco su trayectoria.
Vinieron años muy duros para los amantes y los profesionales de las carreras de caballos, que sobrevivieron bajo mínimos gracias principalmente a Pineda y Lasarte. Allí se cobijaron los que resistieron. Otros muchos, como Tolo, se buscaron la vida de otra manera. Pero el turf, ese gran desconocido para la inmensa mayoría, tiene algo mágico que te atrapa y no te suelta. Por eso, con la reapertura de la Zarzuela, Gelabert volvió al hipódromo. Volvió a montar, pero ya no era el de antes. Los años no pasan en balde. Entonces, Mauri Delcher Sánchez, posiblemente el mejor preparador español de los últimos tiempos, le hizo un hueco en su patio, donde empezó a trabajar como assistant trainer. Cuando hace unos meses Mauri emigró a Francia en busca de nuevos retos, Tolo se volvió a quedar colgado. No había más remedio: había llegado la hora de dar un paso al frente y ganarse el pan como entrenador.
La profesión, como el turf y casi todo en España, no está en su mejor momento. Pero Tolo tiene ganas y gente que le aprecia. Ha empezado con pocos caballos. Nadie dijo que los comienzos fueran fáciles, pero hoy, en el Premio ABC, la primera parte de un hándicap, ha ganado con Ramallah su primera carrera como entrenador. Lo mejor de la historia está aún por venir: el jockey que condujo a la yegua al triunfo no era un jinete cualquiera, sino su hijo Jaime, de sólo 17 años, que en su décima actuación como aprendiz ya ha conseguido su primera victoria en los hipódromos. El veneno del turf pasa de padres a hijos. Es casi irremediable. Y Tolo se lo ha pasado a Jaime como ya hizo también con su hija Lucía.
De Jaime y su prometedor porvenir se viene hablando unos días. El pasado fin de semana ya gustó mucho su monta con Santuzzo, al que dejó segundo de Whistleinthewind en el Premio La Caixa. 'Hay que ver lo bien que ha montado el hijo de Tolo al caballo', comentaron los aficionados más veteranos del hipódromo de regreso al paddock, los mismos que tantas veces vieron correr a su padre y que hoy, con el vello de punta, lo aplaudieron radiantes de júbilo cuando regresaba triunfador a lomos de Ramallah. No sólo había ganado su primera carrera, sino que, además, lo había hecho con otra monta sensacional. Salió decidido de los cajones con la firme intención de ponerse en cabeza y marcar un paso muy rápido. Sólo María Feliz siguió su grupa, mientras en grupo quedaba varios cuerpos atrás. Mediada la última curva, Giggolo Star les dio caza y siguió para adelante con aires ganadores. Pero Ramallah, que sólo llevaba 49 kilos encima, no se vino abajo y en los dos hectómetros finales resurgió para cruzar primera el poste de meta, por delante de Sukarrieta, que con su buen final acabó segunda.
Tan extraordinario fue el triunfo de Jaime Gelabert que dejó en un segundo plano a Camuray, llamado a ser el protagonista de esta segunda jornada en un Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Hafner que volvió a lucir un aspecto sensacional, dejó varios momentos sensacionales. El ocho años del Grupo Bolaños (dice que lo compraron para que hiciera de sparring del crack Noozhoh Canarias en los entrenamientos) se ha convertido en el primer purasangre que logra seis triunfos en el óvalo de Dos Hermanas. Partía como favorito en el kilómetro casi rectilíneo del Premio Cruzcampo y, situándose en cabeza desde que rompió a galopar, no dio opción a sus rivales. 'Es la leche, impresionante', decía José Luis Martínez tras desmontarlo. David's Divina fue tercero y Takar, caballo que partía como gran amenaza de Camuray, tercero, evidenciando que está estancado.
La jornada fue redonda para Blas Rama, preparador que lo está pasando mal desde el cierre del hipódromo de Mijas. Ahora se cuentan con los dedos de una mano los ejemplares que tiene a su disposición. Sin embargo, los dos que ha presentado hoy, Captain Moonlite y Della Bend, ganaron en sus respectivas carreras. El recién importado Captain Moonlite se impuso en los 1.500 metros para dos años no ganadores del Premio Jaysasur. Tras un recorrido en cabeza, El Viejo Gaucho lo superó mediada la recta de tribunas. Sin embargo, reaccionó a los últimos estímulos de Jorge Horcajada para completar una muy meritoria remontada en los trancos finales por el interior. El Viejo Gaucho debió conformarse con la plata (cuarto segundo puesto en cinco actuaciones) y Polgar cerró el trío.
Della Bend, por su parte, dio la razón a quienes la tenían como favorita en el Premio Hienipa Seguridad, la segunda parte del hándicap. Ganó muy sobrada con Vaclav Janacek, que la relajó antes de cruzar la meta y que, de esta forma, puso punto y final a una sorprendente racha negativa de quince carreras sin ganar, estadística tremendamente llamativa al tratarse el líder virtual de la estadística nacional de jockeys. Balabindu y Magic Pommier fueron segundo y tercero, respectivamente.
Por último, la jornada se completó con el esperado triunfo de Angel Melody en el Premio Discoteca B3, reservado a amazonas y gentlemen. Era el super favorito de la jornada y no defraudó. Nunca lo hace este caballo, que siempre da su valor. Sobre el papel parecía superior a sus contendientes y cumplió, dando continuidad a los buenos resultados que la cuadra Río Cubas, con su preparador Oscar Anaya y su propietario y jinete, Diego Sarabia, siempre cosechan en Dos Hermanas. Anaya hizo la gemela, ya que el otro caballo que presentaba en esta carrera, el debutante en España Assizes, fue segundo, mientras que el trío lo completó Calabazas.