Una voz para el beticismo

El Betis necesita un líder, una referencia, alguien que, aun a riesgo de resultar herido en su intento, emerja entre la desesperación verdiblanca de estos días, en unos últimos tiempos disparatados en el club verdiblanco.

Pepe Mel, con carisma y llegada a los béticos, ya no está. Y ha habido tiempo para analizar lo bueno y lo malo de su ausencia, pero ya no está. Por eso el Betis necesita de algún portavoz que intente calar con sus mensajes entre los béticos. Mensajes de sinceridad y realidad sobre todo, pero realidad futbolística, porque la afición se ha cansado de ideas demasiados rígidas y encorsetadas en lo económico.
Ese líder, ténganlo claro, no es ni mucho menos José Antonio Bosch. El señor Bosch más que mandar mensajes lo que debería hacer es callárselos y mantener sus absurdas reflexiones 'apaletadas' para sí. Siempre lo hemos apuntado en este humide rincón. No cabía duda de que era un buena herramienta para el club y un nefasto portavoz. Ahora ya ni lo primero, desde que el portavoz ha cogido un erróneo protagonismo.
Evidentemente, tampoco puede serlo Vlada Stosic. Sus errores lastran al equipo y la afición clama más por su dimisión que por sus aciertos. Sobra recurrir a la balanza de aciertos y fallos.
Y, teniendo en cuenta que Garrido acaba de llegar y tampoco tiene predicamento en el Betis, debe ser Miguel Guillén, presidente recordemos del club, el que coja la bandera del beticismo y la enarbole, por arriesgado que pueda ser. Debe ser él porque es el único que puede poner sensatez en la situación de la entidad y porque tiene la venia para 'quemarse' como dirigente del Betis. Posiblemente dentro de unos meses desaparezca del primer plano bético, por lo que ha de quemar las naves de su imagen. Quemarla y emplearla, pedir a la afición apoyo y unidad, pedir a la afición públicamente que acuda a partidos como el del Almería para que el beticismo marque el primer gol. Hace falta el mensaje, hace falta que se emita y que empiece a calar poco a poco.
Los cauces de comunicación del Betis tampoco han sido los más oportunos últimamente, pero debe reaccionar, y pronto, antes de que las muchas fisuras del Betis actual hagan imposible encontrar el pegamento que lo mantenga en Primera.
 
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