Junta urgente
La situación del Betis es insostenible. Con un pie y medio en Segunda, dejando la imagen del equipo por los suelos en cada partido, en cada jornada, con la entidad descompuesta en muchas de sus parcelas, con una temporalidad inquietante, el club necesita un cambio brusco, una agitación que apenas deje manzanas en el árbol. Que caigan, que caigan, hay muchas podridas.
El Betis necesita, por tanto, una junta urgente. No es momento de comedias. El club necesita un nuevo proyecto ya obsoleto el actual. El Betis necesita ir ganando tiempo al calendario, a la planificación, porque tiene por delante tarea dura. La del nombramiento de un nuevo consejo, probablemente. La edificación de una nueva dirección deportiva. La confección de un nuevo equipo, de una nueva plantilla con vistas al futuro. La reestructuración de la cantera, que se ve incapaz e impotente de aportar al primer equipo en estos momentos de crisis total.
Necesita cambiar su cara, y necesita no ser manejado desde fuera, como ha sucedido hasta ahora con un administrador que de cómoda marioneta de los poderes fácticos béticos pasó a incómodo 'ensuciador' de la imagen impoluta de los que quieren mandar en el club y no pueden. Necesita desentender de esos hilos que lo atan a las intenciones de algunos sectores del beticismo con ansias de poder pero pocos argumentos.
El Betis, aunque parezca de perogrullo, necesita ser dirigido desde dentro, aunque para ellos haga una limpia total que acabe con las piezas que lo atan y lo maniatan, que son muchos y en muchas parcelas del club.
El Betis necesita ser Betis, y no el Betis de nadie. Siendo el Betis que querían algunos se ha convertido en el peor Betis de la historia, se ha sumido en la crisis y marcha hacia Segunda.
Junta urgente pues, las cositas claras y las intenciones, sobre la mesa. ¿Y Estepa? Estepa dirá lo que le digan que diga.
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