¿Sólo hasta 2017?
Somos sinceros, estas palabras se plasman poco después de la victoria del Sevilla ante el Villarreal en El Madrigal, en el que ha sido un partido de ida monumental para los nervionenses. Y también seamos sinceros, aunque se diera la catástrofe en el resto de la temporada, que se torciera hasta romperse. Da igual, el Sevilla ha encontrado en su actual entrenador, Unai Emery, un potosí. Una mina de oro.
Unai Emery no es solo el mejor entrenador que podría tener el Sevilla, Unai Emery es el entrenador que debe retener a toda costa el Sevilla FC. Porque Emery está empezando a tomar una entidad como técnico que va a empezar a llamar la atención a clubes incluso de más posibilidades que el de Nervión. Ya el Milan llamó a su puerta. Por eso, y más allá de noches brillantes, más allá de baños monumentales como el que le ha pasado a Marcelino, errático de principio a fin en la preparación de este encuentro de ida, Unai Emery debe de ser renovado, y suerte tendría el club si pudiera hacer de él un técnico de club, un técnico que trascienda el vaivén de los resultados, por muy complicado que parezca en esta Liga.
Emeryson, Unaiguson, bauticen la idea como quieran, pero el caso es que el vasco ha hecho de Iborra un mediapunta ocasional y quien sabe si continuado, ha salvado obstáculos en la defensa, en la portería, y es un técnico que, faltaría más, tiene sus errores, pero tan, tan minimizados con respecto a su innumerable lista de aciertos que casi da rubor hacer el balance.
Renovar a Unai Emery hasta 2017 sería una gran gestión por parte del Sevilla... siempre que no se le pueda renovar por más.