Camino del “no hay abonos”

Muy pocos se tomaron en serio las palabras de Ramón Loarte, en la presentación de la campaña de abonos, cuando dijo que la idea era la de colgar el cartel de “no hay billetes”, en este caso, carnés del Sevilla. Las quejas del sevillismo fueron notorias respecto a la política de precios. Sin embargo, lo cierto es que la respuesta de la afición está siendo espectacular. Después de que casi la totalidad de los abonados de la pasada temporada decidieran renovar su abono, el ritmo de nuevas altas, abierto desde el pasado sábado, sigue creciendo. Así, si en pocas horas se agotó la totalidad de las plazas disponibles en las gradas de Gol Sur y Gol Norte, desde este lunes ya no hay disponibilidad en la Tribuna Alta de Fondo, quedando sólo unos 400 asientos libres en Tribuna Fondo. Eso sí, los socios siguen realizando cambios de localidad y en cualquier momento puede quedar libre algún asiento. Las taquillas del estadio, además, han vuelto a amanecer con largas colas.

No será fácil, en cualquier caso, llegar a los límites de la etapa dorada del club, cuando en la 2006-07 tuvo que crear una lista de espera de abonados, ante la altísima demanda que existía. Principalmente, porque aún quedan más de 1.000 abonos por vender en Preferencia, donde los precios van desde los 740 euros en Tribuna Alta (apenas hay unas 25 entradas disponibles a esta hora en la taquilla online) hasta los 1070 euros del Palco VIP Juan Arza.
A la cifra que no se llegará seguro será la alcanzada en dicha temporada, en la que se superaron los 42.000 abonados. Las constantes modificaciones que ha sufrido el estadio en las últimas temporadas, sobre todo en los últimos meses, han provocado que el aforo del mismo se vea reducido. Así, la capacidad del Sánchez-Pizjuán es ahora mismo de unos 41.700 asientos. Teniendo en cuenta este dato y el hecho de que la UEFA obliga a reservar en torno al 5% para las aficiones visitantes, el límite de abonos que puede vender el Sevilla se sitúa en torno a los 38.000 abonados. En cualquier caso, el buen aspecto en las gradas sevillistas está garantizado para el regreso a la Liga de Campeones.