¿Cuánta culpa tiene Emery en la mala marcha del Sevilla?

Es indiscutible. Si el Sevilla no funciona las miradas apuntan a Unai Emery, un entrenador que solo ha conectado con la afición cuando los resultados han sido buenos, excelsos, históricos, pero que a la mínima se gana la antipatía de los seguidores y las críticas de todos colores y tipos. Y está bien, muy bien que un club y una afición como la del Sevilla sea exigente y reclame a su entrenador mejores decisiones y más acierto.

Tras la derrota en Moenchengladbach y la consiguiente eliminación matemática de la Champions League ha aflorado en su máxima extensión la mediocre temporada que por ahora (que esto es largo y ya ha demostrado este entrenador que puede darle la vuelta a la tortilla) completa el equipo nervionense. Y Emery debe ser criticado porque se equivoca por ahora más que acierta. Nadie duda de que Emery no vive su momento más clarividente en el Sevilla, también es evidente. Pero ¿debe asumir la totalidad o incluso la mayoría de las críticas?
Pues de eso tratamos en el videoblog, del reparto de responsabilidades y del enorme crédito que tienen entre otros Emery y Monchi. Eso no es óbice para que sean criticiados, para que sean puestos a la luz de los focos sus cambios incomprensibles o el bajo rendimiento de algunos de los fichajes. Como no debe ser óbice para que unos jugadores que parecen haber perdido el hambre también estén en el punto de mira. Y como no debe ser óbice para que la afición empiece a reparar en que la crisis institucional que empieza a palparse en todos los poros del club debe frenarse y que el presidente, José Castro, es el responsable igualmente de mantener la calma o parecer que la mantiene en un periodo accionarial convulso. Y es el responsable de arropar a un entrenador que está en el centro de las críticas, por cierto, algo que no ha hecho.