"Y entonces, el público del Calderón se puso en pie y empezó a aplaudirnos..."
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Día 8 de febrero de 1981, estadio Vicente Calderón. El Betis visitaba la casa del líder de Primera división en la jornada 23 del campeonato de liga, un Atlético de Madrid que hasta la fecha sólo había caído derrotado en tres ocasiones en su autoritario transcurrir por los campos de la península. Año de Quini y de Juanito; también de Dani o Satrustregui. Pero no se equivoquen, que a este elenco de estrellas de la liga hay que unir los de Enrique Morán y el 'Lobo' Diarte, dúo atacante para la historia del club verdiblanco. Aquel 8 de febrero de hace ya prácticamente 35 años, el conjunto entrenado por Luis Cid Pérez 'Carriega' dio un golpe sobre la mesa goleando al todopoderoso equipo colchonero en su estadio por 0-4, que incluso pudieron ser más. La mayor renta obtenida por el Betis en la Ribera del Manzanares en toda su historia, que nunca está de mal recordar ahora que el cuadro de Merino lo visita el próximo sábado.
Aquel plantel finalizó sexto, a un punto del Barcelona, y por tanto, de Europa. Un Barcelona al que por cierto también vencieron en su estadio. Una escuadra de época, con futbolistas como Esnaola, Bizcocho, Biosca, Gordillo, Cardeñosa, Antolín Ortega, Parra, Román o el ya fallecido 'Lobo' Diarte, que se plantó sin miedo alguno en el Vicente Calderón. No tenían nada que perder y sí mucho que ganar. Curiosamente, aquel 'Atleti' perdería la liga, sumido en una crisis de resultados tras pasarle por encima una apisonadora engalanada con trece rayas verdes y blancas. Cuatro goles, dos de Morán y dos de Diarte, que primero enmudecieron el coliseo madrileño, y que luego obtuvieron su reconocimiento. Todo el público local despidió al Betis en pie, aplaudiendo a los sevillanos.
(Una de las alineaciones del Betis en la temporada 80-81).
Aquella tarde, el Atlético presentó un once compuesto por Aguinaga, Arteche, Ruiz, Sierra, Julio Durán, Julio Alberto, Dirceu, Quique Ramos, Rubio, Rubén Cano y Villalba. Por su parte, los verdiblancos alinearon a Esnaola, Bizcocho, Álex, Francis, Gordillo, Ortega, Parra, Cardeñosa, López, Diarte y Morán. Y bajo la atenta mirada del colegiado Burgos Sánchez, arrancó una contienda que iba a hacer añicos las estadísticas heliopolitanas a orillas del Manzanares.
Enrique Morán, que estuvo a punto de no ir convocado por una lesión, fue clave
Quién le diría a Enrique Morán apenas unos días antes del partido que iba a cuajar una de sus mejores actuaciones como bético en el Vicente Calderón. Suyo fue el 0-1 en el minuto 31 tras un pase medido de Julio Cardeñosa, y también el 0-2, en el 67, previa asistencia de Parra. "En la semana previa, no entrené ningún día porque tenía líquido en la rodilla, y me dijo Luis Cid que quizás lo mejor sería no viajar. Y le dije no, no, que me saquen el líquido y la rodilla se quedará perfecta, pero ese partido no me lo pierdo ni loco. Y así fue, estuve a punto de no viajar y salió muy bien, eh (ríe)", recuerda Morán a ElDesmarque.
Morán: "Le dije a mi entrenador que no me quedaba sin viajar, que me saquen el líquido y la rodilla se quedará perfecta, pero ese partido no me lo pierdo ni loco. Y así fue, estuve a punto de no viajar y salió muy bien porque marqué dos goles, eh (ríe)"
"Hicimos un partido muy bueno, los otros dos los firmó el 'Lobo'. El Atlético era primero y nosotros íbamos sextos. Ellos al final quedarían terceros esa liga. Era mucho más difícil ganarles porque estaban en un estado de forma increíble, pero nos salió todo bien. Teníamos un gran equipo, con Esnaola, Bizcocho, Gordillo, Lobo Diarte... Éramos un plantel potente. Y fíjese, ¡el Betis acababa de subir dos años antes! Yo me fui del Sporting al Betis, con el Betis recién ascendido. Me marché en el 79 siendo subcampeón de Liga con los asturianos, pero yo arriesgué yéndome porque sabía que acertaría. Y eso que acababan de subir impugnando un partido por alineación indebida, que se repitió y subió (risas)", expresa.
Un doblete, que aún continúa en su cabeza: "El primer gol fue en el borde del área, creo que de un pase de Julio. Según me cae la golpeo de primeras desde fuera del área, y nos fuimos al descanso 0-1. En cuanto empezamos el segundo tiempo, entré por la banda derecha y la crucé. Creo que fue el gol a Aguinaga". Hasta el presidente blanquirrojo en aquella época, Alfonso Cabeza, apodado 'El Doctor', tuvo que rendirse a la evidencia. "El doctor cabeza era el presidente del Atlético de Madrid, y era muy peculiar porque decía muchas barbaridades, se metía mucho con Madrid, con Barcelona, con los árbitros. Y recuerdo que en el partido nuestro, tras la entrevista, dijo enhorabuena al Betis, chapó, que nos ha dado un baño", comenta Morán.
Sobre el choque del domingo, expresa que "ahora mismo lo tiene difícil y fácil al mismo tiempo, porque el Atlético no se juega nada como quien dice, porque el martes además disputa una cita complicadísima ante el Barcelona en la Champions. Todavía tiene ventaja sobre el Real Madrid. Los puntos son más importantes para el Betis, y eso puede hacer que el Atlético se relaje".
Julio Cardeñosa sacó su repertorio a relucir
No marcó, pero las crónicas de los diversos medios de la época no dudaron en entregar al 'flaco' el reconocimiento de mejor futbolista del partido. Suya fue la asistencia del 0-1 que abrió el marcador, y de sus botas fluyó todo el juego de su equipo. Una tarde que no olvidará. "En esa época teníamos un equipo que podía ganarle a cualquiera y los grandes nos tenían miedo porque podíamos derrotarles. Todos pensábamos que teníamos opciones de darles batalla, pero tras ver cómo se desarrolló el partido, para nosotros fue una sorpresa meter tantos, claro está", rememora Cardeñosa a este medio.
"A partir de los 10 minutos tuvimos la superioridad, y a raíz del primer gol tomamos por completo el mando. Ellos se pusieron nerviosos, nosotros tuvimos el balón y nuestras contras eran mortales. Y ese dominio duró todo el partido. Fue un día redondo de principio a fin, y la prueba evidente la tienes en que la afición del Atlético se puso de pie nos aplaudió, vio que habíamos sido muy superiores. De hecho, a sus jugadores no les reprochó nada, pero cuando íbamos para la caseta, la gente puesta en pie. Íbamos abrazándonos, contentos...", relata.
Cardeñosa: "En esa época teníamos un equipo que podía ganarle a cualquiera y los grandes nos tenían miedo porque podíamos derrotarles. Todos pensábamos que teníamos opciones de darles batalla. La afición, tras el partido, se puso de pie y nos aplaudió".
Una goleada que marcó época en un Betis que nunca ha podido imitar algo parecido: "Más allá de la anécdota, que lógicamente con el paso del tiempo se recuerda con el 0-4, para nosotros se nos quedó un sabor de boca muy dulce de ganar al que en ese momento era el líder y darle un repaso tremendo, y pudieron ser algunos más (ríe). Cuando ganas de forma tan contundente, no queda más que disfrutar".
"Yo conocía a algunos compañeros que habíamos estado en la selección. Aguinada (portero), por ejemplo, jugué un torneo contra él. El pobre hombre no tenía muchos minutos, y me dijo tras el pitido final 'vaya la que me habéis liado'. Teníamos una delantera de categoría, habría que compararla con lo mejor de los equipos grandes, con un buen centro del campo, una defensa férrea y un porterazo. No se me olvidará ese día, por eso, y porque me robaron un reloj de oro que nos regalaron a los internacionales de la selección la Federación, ¡vaya faena!".
Una hazaña difícil de imitar por el equipo de Merino. Con puntuar, estaría hasta satisfecho Cardeñosa, pero... "con un punto nos conformaríamos, aunque hay que ir a ganar. En el fútbol puede pasar de todo, lo que sí es verdad que sin hacer comparaciones de equipo había muchas más posibilidades de que nuestro equipo ganara a los grandes, al Barcelona también le ganamos en su casa, por ejemplo, a que lo haga el actual. Eso no quita que el Betis no pueda ganar ahora, claro que sí".
Gordillo, el incansable
La banda izquierda del Calderón tuvo dueño desde el minuto uno. Rafael Gordillo la desgastó con sus subidas y bajas constantes, haciendo aún más peligrosas las contras béticas. "Gordillo no se cansaba de subir y bajar, me cansaba yo de verlo (ríe). Y Cardeñosa me ponía los balones en profundidad al hueco de maravilla, no era casualidad que ganáramos, hicimos un fútbol bonito", afirma Morán.
Un Gordillo, que también tiene muy presente aquel duelo: "Poseíamos un equipo muy bueno, muy efectivo, y con unos delanteros muy buenos. El 'Lobo' era un delantero centro buenísimo, y Enrique Morán por la derecha era rapidísimo. Hacía tiempo que no lográbamos algo así. Íbamos con la esperanza de que el equipo estaba bien y con ganas de puntuar. Estando ellos líderes, aunque hubiésemos sumado un punto siempre hubiera sido bueno. Nos salió un gran partido, en el que Morán y Lobo hicieron un doblete. Fue impresionante".
Gordillo: "Nos salió un partido perfecto y les sorprendimos. Le dimos la puntilla ese año al Atleti, con ese equipo, cualquier sorpresa podíamos dar".
Una generación que hizo disfrutar al beticismo: "Estábamos muy bien, nos cogió una buena generación. Nos salió un partido perfecto y les sorprendimos. Le dimos la puntilla ese año al Atleti, con ese equipo, cualquier sorpresa podíamos dar. Teníamos buena plantilla, y sobre todo, esos delanteros que siempre te dan algo con esa calidad. Ellos eran piezas clave, y también los cogeríamos un poco dormidos a ellos, digo yo (ríe). Se tiene que dar todo de cara para un resultado así".
¿Qué tiene que imitar este Betis de aquel para puntuar en el coliseo rojiblanco?: "Hombre, tenemos a un genial goleador y también a dos hombres rápidos por banda, como Joaquín, como Musonda, como aquel Betis mío. Habrá que intentarlo", finaliza.
Una victoria que quedó grabada en los anales de una entidad centenaria como la verdiblanca, y que muestra el camino a seguir para el actual plantel de Merino. Es momento para coger el relevo.
La primera foto no es de esa temporada ni de broma, están Gárate (se retiró al final de la 76-77) y Leivinha (volvió a Brasil en 1979)...