Cinco años sin Miki Roqué

El 24 de junio de 2012 fue un día negro en la historia del Betis y no por haber consumado otro descenso. Mucho peor. Ese día, ese triste y trágico día, Miki Roqué dijo adiós a la vida después de una intensa lucha contra una enfermedad.

Un cáncer de pelvis obligó al catalán a tener que dejar la práctica del fútbol para pelear contra otro rival ante el que luchó hasta el último momento para aferrarse a la vida, pero no pudo conseguirlo. Su adiós volvió a unir a las aficiones de Betis y Sevilla, como ya pasó antes con Antonio Puerta, y su huella y su memoria siguen presente cada día en el Benito Villamarín. Sobre todo, en los días de partido.
El Memorial instalado en Gol Norte es el mejor ejemplo, sin olvidar que la afición verdiblanca corea su nombre cada vez que se llega al minuto 26 de cada encuentro. "¡Miki Roqué, lo,lo,lo...!", canta el Villamarín a todo pulmón para que llegue al cuarto anillo, donde descansan todos los béticos.