Cualquiera diría que no habría goles

El fútbol siempre tiene un punto de impredecible y pocos apostaban antes del partido que Betis y Real Sociedad, por los números y su filosofía de juego, empatarían sin goles. El caso es que fue así y no por falta de ocasiones, especialmente en la segunda mitad donde los dos conjuntos pudieron marcar.

Unas veces por la falta de tino de los atacantes, otras por las intervenciones de los porteros. Sin embargo, el duelo acabó en tablas, un empate que sabe a poco al Betis en su lucha por Europa y que le coloca noveno a un punto del séptimo clasificado. 
El Betis, que buscaba acelerar su marcha tras el triunfo ante el Levente de hace tres días, no pudo alargar su racha que señalaba que había ganado tres de sus cuatro últimos partidos. Mejor en la segunda parte que en la primera, eso sí dejó la portería a cero por segundo partido consecutivo.
Quique Setién volvió a sorprender con el once y el dibujo táctico. Titularidad para Durmisi y Tello en detrimento de Joaquín, a quien dosificaba para los tres partidos de la semana, y Loren. El Betis actuaba con tres centrales y Junior era uno de ellos. Una posición nueva para el canterano en el primer equipo, no en el filial donde ya ha actuado en esa demarcación.
El frío de la noche pareció sentarle mejor a la Real Sociedad en el arranque del partido. Al Betis le costaba manejar la pelota que era de dominio vasco. Canales campaba a sus anchas y el balón merodeaba el área verdiblanca. Cierto es que la primera aproximación fue para los locales. Una peinada de Sergio León no fue aprovechada por Tello, al que le faltó fe en una jugada que partía con ventaja ante Moyá.
El partido se comenzó a igualar a partir de los 20 minutos cuando, entre otras cosas, empezó a entrar en contacto con el balón Boudebouz. El primer disparo a puerta fue obra de Fabián desde lejos (21’). Sin embargo la mejor ocasión de la primera parte para el Betis llegó en el 36’, otra vez con Tello y Sergio León como protagonistas.
Un balón largo de Adán, de nuevo como ocurrió en el Ciutat de Valencia, originó la jugada. Eso sí peinó antes Sergio León y en el mano a mano Tello no acertó ante Moyá. Replicó la Real Sociedad, un minuto después con un cabezazo de Héctor Moreno que salió rozando el poste de Adán. Para acabar el primer acto, una acción de Juanmi, quien complicó a Francis más de una vez, significó una asistencia que se paseó por la línea de gol sin rematador afortunadamente para el Betis.
 

Más ritmo en la segunda parte

El cuadro de Setién salió con una marcha más en la segunda parte y fruto de ello coleccionó ocasiones. Primero un disparo de Tello con una extraordinaria rosca que Moyá envió a córner. Luego la oportunidad fue para Junior, quien buscó la escuadra tras una dejada de Fabián.
El Betis se mostraba más verticalidad y, por contra, también ofrecía más espacios atrás. Claro que Bartra, Mandi y Junior anticipaban y abortaban algunos intentos realistas. Entonados los tres centrales. El agua empezó a apretar al cuarto hora de la segunda mitad y daba la sensación de que algún balón se podía frenar.
Duró poco y llegaron los cambios de Quique Setién que apostó por dar entrada a Joaquín y Rubén Castro por Sergio León y Boudebouz, los dos aplaudidos por la afición.  A la primera, el canario se revolvió tras un pase de Durmisi. El atacante dejaba claro que tiene el instinto del gol en la sangre. Más clara fue, minutos después, la que tuvo Junior quien ajustó un remate que se fue lamiendo el palo de Moyá.
Se podía intuir el gol en las dos porterías, porque Canales seguía a lo suyo y Odriozola se animaba cada vez más. Adán también tenía que aparecer en esa fase del partido para atajar algún disparo donostiarra. Claro que el portero bético a punto estuvo de meter al equipo en un problema en un doble regate a Oyarzabal, que puso el corazón de los aficionados béticos en un puño.
El partido extrañamente seguía sin goles. Una contra liderada por Joaquín, con Camarasa y Fabián como colaboradores, dejaba al portuense en un mano a mano escorado que se fue fuera por poco después de driblar a Moyá. El estadio rugía y apretaba.
Los heliopolitanos no desfallecieron en el intento y otra vez Joaquín, el principal argumento ofensivo del equipo en el tramo final, sirvió en el tiempo de descuento un pase que se paseó sin rematador final. Ahí pudo cambiar el sino de un partido que no registró movimientos en el marcador.
 

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