Las finales de Copa del Sevilla (I): Chamartín abrió la veda
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Primavera, Feria de Abril y las finales del Sevilla. Tres elementos que hace más de una década forjaron una simbiosis irrompible, con la que miles de almas sevillistan guardan recuerdos inolvidables. Los de Nervión encaran un nuevo e ilusionante mes de abril en el que, pese a los resultados ligueros, encaran la enésima final de copa. Una competición que guarda una relación muy especial con los de Sánchez-Pizjuán, que han disputado la cita soñada hasta en ocho ocasiones, siendo cinco las veces que han tocado la gloria. En ElDesmarque hacemos un completo repaso a las ocho finales, empezando por la que abrió la veda, la que inició el camino.
Cabe remontarse hasta 1935 para rememorar esa primera final en la historia de la entidad. Por supuesto no existía Rey y poco faltaba para ser renombrada como del Generalísimo. La por aquel entonces Copa de la República siempre guardará un recuerdo especial del Sevilla, en la que también fue su primer curso en la élite del fútbol nacional. Un debut que cumpliría con creces, pues alcanzó la quinta posición, y derrotó a los grandes colosos del país hasta llegar a la final del torneo del K.O. Madrid CF, Atlético y Osasuna fueron los contendientes con los que tuvo que batallar para alcanzar el ansiado compromiso en la capital, que reunió a miles de aficionados un 30 de junio.
Eizaguirre, Euskalduna, Deva, Alcázar, Segura, Fede, López, Torróntegui, Campanal, Tache y Bracero. Esos fueron los once gladiadores que saltaron aquella calurosa tarde de junio al césped de Chamartín, a las órdenes de un histórico Ramón Encinas. En frente un Sabadell con carácter de matagigantes, pues alcanzó esa final venciendo al Betis, vigente campeón de Liga, y estando en segunda división, suponiendo la única y primera en la historia del conjunto arlequinado.
En una cita aburrida y trabada, según cuentan los cronistas, el Sevilla se alzó por 3 goles a 0 a su rival, con el meritorio doblete de Campanal y la diana de Bracero que clausuró el encuentro. Un resultado que pudo ser aún mayor, pues Euskalduna erró una pena máxima a la media hora de partido. Un Campanal que sigue vanagloriado por ser uno de los 15 máximos goleadores de la competición, con un total de 42 de dianas que lo codean con los Messi, Di Stefano, Kubala o Puskas. Al término del encuentro, los sevillistas desataron la locura de los allí presentes y generaron una fiesta que se alargó durante casi una semana en la capital hispalense. La copa que abrió la veda de los éxitos, la de los sueños anhelados, la penúltima de la República.