Una nueva final por primavera

Porque dicen que nunca se rinde, porque el veneno más dulce jamás soñado es el del rojo de sus venas, porque el olor a albero de la Feria nunca trae desengaños, porque abanderas la casta y el coraje del fútbol, porque los tuyos nunca fallan y aquí no se para. Por todo ello y mucho más el Sevilla  necesita volver a ser aquel mismo que ha maravillado a medio continente, el matagigantes que labró a base de triunfos un camino campeón, el de los goles del mágico Nervión el que asfixia, somete y vence.

El Sevilla recibe este sábado en el Sánchez-Pizjuán al que se antoja como su principal rival por la lucha por los puestos europeos, en una de las temporadas más convulsas para la entidad en el campeonato liguero. Una trigésimo segunda jornada que bien puede decidir las aspiraciones del equipo de cara a la temporada próxima, en la que el conjunto rojiblanco está obligado a regenerarse y entrar en la Europa League, la de la historia de amor de nunca acabar. Un encuentro con un sabor envenenado, pues la vuelta continental del Allianz Arena no debe empañar lo que supone una final anticipada para la entidad, pues podría descolgarse de Europa y sufrir un golpe bajo en caso de caer derrotado y perder el colchón de puntos con sus rivales más próximos. 
Olvidada la épica aventura continental, Vincenzo Montella está obligado a reinventarse y revertir unos números que lo postulan como el peor entrenador de la entidad en el siglo actual. Un total de 17 puntos de 42 posibles que dejan en entredicho un bagaje que cuenta con más derrotas que triunfos y que lo dejan como el quinto equipo de toda la categoría que más goles recibe. Una estadística que aunque bien es cierto que dista mucho de lo ofrecido en Copa y la Liga de Campeones, señalan el fracaso que ha sido una temporada en la que podrían quedarse fuera de Europa un lustro después.
Pese a la carga de minutos que acumula el equipo, el técnico napolitano está obligado a poner en liza a todos los disponibles para amarrar la victoria, llegar a Riazor y poder reservar de cara a la final de copa. En la lista de convocados, Montella ha citado a 18 hombres con tres novedades destacadas respecto a la cita frente al Celta, que son las de Escudero, Muriel y Roque Mesa. Se caen de la convocatoria Arana, Correa y Geis por decisión técnica.
Por ello no se prevén demasiadas novedades en once, más allá del encargado en sustituir a Correa. David Soria ha sido ratificado por el propio técnico y será el encargado en defender el marco sevillista de aquí a lo que resta de temporada. Jesús Navas está consolidado en el lateral diestro y su homólogo Escudero cubrirá el flanco siniestro. Mercado y Lenglet son fijos en el centro de la zaga, tras la ausencia de Kjaer por lesión. 
En la medular, Nzonzi y Banega serán los encargados en llevar la batuta del equipo, con Franco Vázquez un puntito por delante para dar el último pase. Sarabia pondrá la dinamita en el ala derecha y arriba llegan las dudas, pues el italiano podría dejar a Ben Yedder en punta y a Sandro relegado a una banda.

Un submarino casi ahogado

En frente, un Villarreal que puede estar ante una de las últimas oportunidades para meterle ventaja al Sevilla, merced al complicado calendario que se avecina, de ahí que también se tome este encuentro como una final. Una cita con alicientes suficientes, pues más allá de lo que hay en juego supondrá la vuelta de Carlos Bacca al Pizjuán. De cara al encuentro que afrontan este sábado, vital para las aspiraciones europeas de ambos conjuntos, el técnico apuntó que "es un partido importante por muchos motivos, cuando más grande es el reto, más grande es la recompensa. Jugamos con un rival directo, en un campo muy complicado y nos tiene que servir para recuperar el juego, las sensaciones y la victoria".
No obstante reveló tener las claves para lograr el triunfo: "Ellos proponen tener la pelota, posesiones largas y te hacen correr mucho detrás del balón. Estamos preparados para ello, queremos también tener la pelota para poder hacerles daño y aprovechar los desajustes que se produzcan. Debemos ganar seguridad atrás, sabemos que debemos mejorar en eso", agregó.
El submarino amarillo llega a la cita de capa caída, habiendo conseguido apenas 6 puntos de los últimos 18 y cayendo derrotado en los dos últimos encuentros. Motivos más que suficientes para intentar revertir la racha, estando en juego además de los tres puntos el golaveraje. Javier Calleja tendrá tres ausencias destacadas y una duda hasta última hora. Fornals y Bonera se pierden la cita por lesión, y Álvaro González por sanción. Jaume Costa será duda hasta las horas previas del encuentro, tras la bajada de tensión frente al Celta de la que aún no se encuentra recuperado completamente.
Villarreal: Asenjo, Rukavina, Pau, Víctor Ruiz, Jaume Costa, Rodri, Trigueros, Soriano, Castillejo, Sansone y Bacca.