Pellegrini, la opción del descartado Cordón, vuelve a la Premier

BALANCE FIN TEMPORADA 1 Es hora de hacer balance de la pasada y aciaga temporada y lo haré en varios temas comenzando por la directiva, que gracias a errar una y otra vez y a petición del clamor de la afición pidiendo el nombre de Caparrós, pudo solventarse esta, de la mejor manera posible. Si Caparrós hubiese cogido al equipo en la segunda vuelta, o incluso más tarde, en el partido del Levante, en el que ya tendría que haber estado destituido el paupérrimo Montella, hubiéramos podido acceder al menos al quinto puesto y haber callado muchas bocas insultantes. Un equipo que ha ganado cinco veces la Europa Ligue, que ha jugado varias y ganado una Supercopa de Europa, otra Supercopa de España, que ha estado en varias finales y ganado alguna del Rey, que ha estado en boca de la élite y ha sido respetado al encontrárselo en cualquier eliminatoria, y puedo seguir citando… Un equipo así es UN GRANDE, no a la fuerza, sino UN GRANDE por currículum y por mérito propio. El problema radica en la endeblez de su directiva, que no se lo creen, además de no estar capacitada para dirigir a un club de prestigio internacional como el Sevilla FC. Y para ello puedo poner muchos ejemplos de lo que digo, pero hay uno en concreto que es clara muestra de ello, y me refiero a la marcha de Monchi; Monchi quería seguir creciendo, pasar de ser un equipo vendedor (que por rentabilidad de su directiva en las ventas o por las decisiones de los futbolistas “estrellas”, terminaban siempre marchándose). Monchi quería cambiar esa mentalidad, quería un equipo que se codeara con los “grandes”, por dos razones, una por que como director deportivo tenía la necesidad de llevar a cabo un mejor proyecto, situar al Sevilla FC en la élite del fútbol mundial, y otra, por sentimiento se lo reclamaba su corazón sevillista. Hay que hacer memoria para recordar aquella frase que respondió Monchi poco antes de irse al ser preguntado por un periodista: si el Sevilla podía ganar la Champions, respondiéndole Monchi que era imposible; Monchi hacía ya tiempo que tenía claro que sobraba en Nervión y que el Sevilla FC era un grande que lo gobernaban manos pequeñas. (Continuará).