El Betis Deportivo vuelve a sonreír (1-3)
Vuelve a sonreír el Betis Deportivo. Tras el varapalo sufrido ante el Puente Genil, los de José Juan Romero aprendieron la lección. Y le pusieron remedio este miércoles ante el Conil, con un triunfo que les permite escalar una posición en la tabla.
El filial inició las hostilidades con una clara premisa: volver a ganar. Un objetivo en el día que volvía Nané a una convocatoria, tras superar su segunda lesión en el filial. Rápidamente se hizo con el dominio de la pelota y con más verticalidad de lo normal, comenzaron a rondar el arco conileño.
De hecho en la primera ocasión encontró la fortuna el Betis Deportivo. Diego González apareció por el segundo palo y con un cabezazo perforó la red local. Un tanto que supone el tercero en su cuenta personal este curso y que permitió romper el partido desde el inicio.
Los de José Juan Romero no le perdieron la cara al partido y buscaron rápidamente el segundo. Paul y Miguel Rodríguez fijaron al equipo en la zona de máquinas. El reciente fichaje y el canterano pusieron la pausa y la calma para calmar los intentos del Conil, que únicamente pudo percutir en campo rival por las bandas. No obstante fue el Betis quien volvió a golpear, tras un aviso previo de Meléndez.
De hecho fue cuando parecía reponerse el Conil, con un larguero incluido, cuando llegó el segundo verdiblanco. Un centro de Róbert desde el flanco derecho llegó a las manos del portero, pero ese balón se le escapó de las manos y el rechace lo aprovechó Raúl para definir a placer.
Cambio de roles en el descanso
Ese segundo gol despertó al conjunto local, que embotelló al filial en los primeros compases de la segunda mitad. Los gaditanos olvidaron los miedos y a través del dominio del balón monopolizaron las primeras ocasiones. El primero en avisar fue en Juanca, que rozó la escuadra con un libre directo. El Conil comenzó a hacer daño desde las alas y desde ahí llegó el gol.
Una jugada ensayada al segundo palo, propició un balón muerto en el área y ahí llegó Mario para reducir distancias. Un varapalo que hacía justicia y que instauró las dudas en el conjunto de José Juan Romero. Tal es así que incluso tuvo que poner defensa de cinco para noquear las llegadas locales. Por delante, un Miguel Rodríguez que manejó los tempos a la perfección y aportó las ideas que le faltaban al equipo. El técnico se vio obligado a mover ficha y esos cambios surtieron efecto. Róbert pudo sentenciar a falta de un cuarto de hora pero el colegiado le anuló el tanto.
Una decisión a la que el propio Roberto le pondría remedio. Cuando el conjunto expiraba, Raúl asistió al ariete con una media chilena y el propio Róbert se encargó de sentenciar la contienda llegando antes que el portero y subiendo el tercero al marcador.
Este miércoles también jugaron el Atlético Ceuta, que venció al Arcos por la mínima, y el Utrera, que momentáneamente hace lo propio con la Lebrijana. No obstante el triunfo de los verdiblancos le permiten escalar un puesto, pues Córdoba B y Los Barrios se enfrentan esta jornada.
