Un año del adiós de Berizzo
Cuánto han cambiado las cosas en apenas un año. Este 22 de diciembre se cumplen 365 días de la destitución de Eduardo Berizzo en el Sevilla. Un cese que no estuvo exento de polémica y que señaló los malos resultados del equipo.
Tras un intenso día de reuniones, la entidad decidió cesarlo de su cargo. Una decisión que puso fin a su corta pero intensa andadura, en la que superó un cáncer de próstata. Por aquel entonces, la directiva y la dirección deportiva temían que si se llevaban a cabo los fichajes y el equipo no remontaba el vuelo, la salida de Berizzo se haría realidad y el siguiente entrenador podría tener jugadores a su cargo que no fueran de su gusto. Finalmente, la entidad prefirió invertir fuertemente en unos futbolistas que vinieran para jugar y con el consenso del nuevo inquilino del banquillo.
No obstante el motivo principal fue porque los resultados nunca terminaron de convencer, aunque los números no eran malos. Su bagaje, meter al equipo en octavos de final de la máxima competición europea, dejarlo quinto en LaLiga Santander y a las puertas de los octavos de la Copa del Rey ante el Cádiz.
Números irregulares
Además, un mes de diciembre fatal terminó colmando el vaso. En total, el argentino sumó 14 victorias, cinco empates y ocho derrotas. Las derrotas ante los más directos rivales en LaLiga Santander (goleadas y mala imagen en muchos casos) también han fueron un detonante de esta decisión.
Su último partido lo disputó ante la Real Sociedad. Un encuentro que le hizo recorrerse España de punta a punta. Berizzo salió un martes dirección a La Bella Easo, donde bajó en tren. El entrenador sevillista pernoctó previamente en Madrid y el mismo día del partido llegó a tierras vascas. En total, unos 1.840 kilómetros entre la ida y la vuelta.