Menudo momento para ahondar la crisis (2-0)
El sol madrugó este domingo para ponerse sus mejores galas y adornar un escenario idílico. El del fútbol de verdad, el de cantera, el del futuro. Betis Deportivo y Sevilla C devolvieron la anhelada rivalidad a la ciudad, que este lado se decantó del lado verdiblanco.
Un varapalo demasiado duro para los de Lolo Rosano, que encadenan siete partidos sin ganar. Como todo derbi que se precie, el inicio del partido dejó un sin fin de escenarios. Un ir y venir de ocasiones, un respeto casi marchito y la rivalidad plasmada en faltas. Si bien es cierto que parecía plasmarse la superioridad verdiblanca, la primera fue para el Sevilla C. La tuvo en sus botas Diego, pero fue Carlos Marín el que resultó ganador en el mano a mano.
Ese primer aviso despertó el genio verdiblanco. Ahí llegó la primera. Raúl aprovechó un pase filtrado para adentrarse en el corazón del área, donde levantó la cabeza y la puso atrás pero ese envío se topó con las manos de un defensor sevillista. Tras el pitido de la pena máxima, Robert se dispuso a colocar la pelota. No obstante, en un nuevo recital de porteros, fue Adri el que resultó vencedor adivinando la intención del canterano.
Un error que obligó al Betis Deportivo a intentar redimirse. Ahí llegaron dos disparos a la madera. El más claro, un cabezazo de Irizo que se topó con el larguero. El paso de los minutos rebajó la intensidad verdiblanca, que aprovechó el Sevilla para volver a meterse en el partido.
Condenado por sus propios errores
El paso de los minutos parecía beneficiar al Sevilla C, pero lejos de hacerlo, avivó los fantasmas del pasado y los errores que tanto han condenado al equipo en el presente curso.
Así se pudo ver nada más empezar, en la errática salida de balón del conjunto sevillista. Irizó robó una pelota y él solo se internó en el área. Tras una gran jugada personal, la dejó atrás para la llegada de Robert, que otra vez se topó desesperado ante un brillante Adri. La antesala de un nuevo disparo a la madera... Pero no habría tercer aviso y el arquero poco más pudo hacer. Pasado el cuarto de hora, Raúl ejerció de un killer puro y anotó el primero del partido.
El Sevilla C intentó reaccionar y en las botas de David García tuvo el empate, pero el ariete falló la única ocasión clara de la segunda mitad. Un aviso que le valió al Betis Deportivo para reaccionar e ir a sentenciar el partido. Ahí, otra vez fue Raúl el héroe. Édgar se alzó sobre la defensa tras un centro templado y dejó el balón muerto en el corazón del área para que Raúl lo enviara a la red.
Con el 2-0, que a la postre sería definitivo, poco más se jugó en la Ciudad Deportiva del Sol. El encuentro se trabó más de la cuenta y alguna que otra agresión pudo haberle costado caro a uno de los dos equipos. De hecho este derbi no estuvo exento de expulsiones. Una en el cuerpo técnico del Betis y otra del sevillista Mario.
Una nueva derrota que ratifica la crisis del Sevilla C. Con este, encadena siete partidos seguidos sin conocer la derrota. En caso de ganar el Atlético Espeñelo al Écija, los sevillistas volverían a puestos de descenso.
