Cánticos ofensivos hacia Caparrós, único lunar de un derbi femenino modélico
Los cánticos ofensivos dirigidos por una minoría de la afición bética hacia el técnico del Sevilla, Joaquín Caparrós, han sido el único lunar del derbi femenino Sevilla-Betis de la Liga Iberdrola, este sábado en el Benito Villamarín, aunque esas voces fueron acalladas de inmediato por el resto del estadio.
Durante el duelo sevillano de la liga femenina, que acabó 1-1 y transcurrió por cauces deportivos y en medio de un gran ambiente con 23.812 espectadores en las gradas, seguidores ultras del Betis corearon la frase "Esta noche se muere Caparrós, se muere Caparrós", entre otros cánticos.
Esta actitud fue censurada de inmediato por el resto de la afición, el grueso de los asistentes a este histórico derbi, al abuchear y pitar a ese núcleo minoritario de seguidores ubicado en el Gol Sur.
La entrenadora del Betis Féminas, María Pry, dijo tras el partido que "poco" podía decir de ello y que lo que sabe es que "la afición ha estado animando desde la llegada", y recalcó que ella no puede "controlar lo que se dice en cada estadio" y se queda "con las cosas positivas, que se han pegado noventa minutos animando al equipo".
"Han venido muchísimas personas a vernos, siendo el día que es en Sevilla, un Sábado de Pasión y teniendo el derbi por la noche. Me quedo con lo bueno, no podemos controlar nosotros lo que se dice, pero sí que tenemos que disfrutar del momento vivido", subrayó.
Según Pry, "había mucha gente que tenía miedo de lo que podía llegar a ocurrir hoy, y creo que hemos demostrado que al final esto es una fiesta, que el fútbol está por encima de todo y transmitimos a la vez muchos valores".
"Nos tenemos que quedar con todo lo positivo, y no dudo de que se verá un ambiente muy bonito esta noche, en el estadio, en las calles. Creo que eso es Sevilla", aseveró la técnica del Betis.
El Betis Féminas-Sevilla, antesala del derbi de LaLiga Santander, sólo se vio empañado por esos cánticos hacia Caparrós y el intercambio de algunas consignas ofensivas entre dos sectores minoritarios de cada afición, hasta el punto de que el Betis pidió dos veces por la megafonía que no se profiriesen esos gritos.
Aún así, la tónica general fue la ausencia de incidentes y estampas como componentes de una misma familia con hijos de cada uno de los dos equipos paseando sin problemas de camino al estadio e inmortalizando el histórico día con las correspondientes fotos.