Lucas Ocampos, puro ADN sevillista

Lucas Ocampos lo tiene todo para ganarse a la afición del Sevilla FC y, de hecho, en el partido ante la Real Sociedad la grada ha coreado su nombre por primera vez. El argentino es puro ADN sevillista, un futbolista con todos los ingredientes para convertirse en ídolo.

En las siete jornadas de LaLiga Santander que se han disputado hasta el momento ha sido el mejor jugador sevillista, y este domingo también lo fue en un exigente partido para su equipo. De hecho, ha sido elegido jugador Hyundai por ElDesmarque ya en tres ocasiones.

Ocampos no juega al empate, en cada acción intenta algo peligroso, cuando tiene la pelota siempre mira a la portería contraria y exhibe su poderío físico y velocidad, algo que no está reñido con una técnica excelsa.

Ocampos no juega al empate. Lo intenta en cada acción, siempre mira a portería y cuando no la tiene lucha por recuperarla. Es solidario. Todo lo que gusta al sevillismo en un solo jugador.

Cuando no la tiene lucha hasta la extenuación por recuperar la pelota. Es solidario en la marca y con los compañeros. Un todoterreno que cualquier entrenador querría. De hecho, Julen Lopetegui le ha sacado de su sitio natural, la banda izquierda, para ponerlo en la derecha y responde a las mil maravillas.

En resumen, todo lo que ha gustado históricamente en Nervión de los jugadores, pero reunido en uno solo.

Ante la Real Sociedad marcó el golazo que le sirvió al Sevilla para remontar el gol inicial de Oyarzabal, quitándose de encima a todo un veterano como Zurutuza con un movimiento de auténtico crack, y fusilando además a Moyá con un misil. Antes del descanso había replicado la jugada en la portería contraria, pero en esa ocasión se encontró con un paradón del meta realista.

Ocampos fue sustituido, exhausto, en el minuto 70, dando entrada a Pozo. De momento es el hombre más en forma del equipo y uno de los mejores de LaLiga Santander. En cuatro días ha marcado dos goles y está siendo decisivo. Si sigue así será uno de los jugadores de la temporada, aunque lo que está claro es que, de momento, está en el camino de convertirse en ídolo para el sevillismo.