El día de Franco... Vázquez

La UEFA Europa League sigue siendo para el Sevilla un paseo. Sumó su tercera victoria, ante el Dudelange, nueve puntos por tanto, y deja la clasificación matemática ya a un solo paso, pues podría lograrla la próxima jornada en Luxemburgo. Fue el partido de la tercera victoria pero sobre todo fue el partido de inicio de Dabbur, pues fue titular por primera vez, y de final de Franco Mudo Vázquez, que anotó dos goles y pudo hacer otros más. La cuenta la cerró Munir, que firmó el 3-0.

Se vio que Dabbur no es cojo, que sabe jugar a la pelota, que se mueve y combina, pero también se vio que tiene por ahora los mismos problemas para hacer el gol que el resto de delanteros. Eso sí, haciendo justicia, aun sin marcar, se puso de gol en su primer partido, y ofreció buenas sensaciones.

No lo hizo la otra ilusión de la noche, desilusión al fin, Rony Lopes. Desastroso su partido, muy limitado físicamente y fuera de onda. Por ahora, la gran decepción de una plantilla que se muestra competitiva. Pues aunque el Dudelange se mostró más serio de lo previsto, mantuvo el equipo la intensidad y la seriedad en casi todo momento.

Un once para ver

El partido ante el Dudelange se presentaba como una oportunidad para ver a jugadores menos habituales, sobre todo a Dabbur y a Rony Lopes. Y al principio se mostraron, los dos y todo el equipo, aunque, como todos, fueron de más a menos, sobre todo el exjugador del Mónaco, que salvo un par de acciones pintureras pero poco efectivas anduvo realmente errático. Sensación diferente ofreció Dabbur de inicio. El israelí se movió, la pidió y combinó, y también pudo marcar en un par de acciones que acabó fallando, como por otra parte casi todos los delanteros del Sevilla.

Como ellos estuvo el equipo. De entrada concentrado, metido en el partido, intenso, como gusta a Lopetegui. Pero el rival luxemburgués se parapetó bien, achicó espacios y acortó metros, y ahí no tuvo demasiadas ideas el Sevilla, que jugaba con un 4-4-2 con Lopes y Óliver con libertad para entrar por dentro y con Dabbur acompañando a De Jong. Dio algunas buenas sensaciones esa pareja, porque se encontraron, se buscaron y combinaron.

Por lo demás, pareció que el equipo se fue aburriendo del encuentro ante la oposición, más seria de lo esperado, luxemburguesa. Hasta el punto de conceder un par de ocasiones, una de ellas realmente clara.

La segunda parte arrancó con la misma intensidad por parte del Sevilla, pero no parte del Dudelange, que a la mínima que se durmió en defensa vio cómo el equipo nervionense logró por fin su objetivo. Una buena jugada iniciada por Dabbur, que abrió a Óliver, acabó con una buena asistencia de este a Franco Vázquez, que remató de manera inapelable solo a la red de cabeza.

Plácido final del partido

Tuvo otra de cabeza clarísima poco después el argentino, que pudo hasta hacer triplete de cabeza. Para entonces ya había quitado Lopetegui a Lopes, que a día de hoy se convierte en el caso más preocupante en el Sevilla. No solo es que no esté, es que parece que no se entera. Realmente decepcionante su partido. Ni desequilibró ni cumplió. No es que Dabbur hiciera el partido del siglo, pero volvió a ponerse de gol, remató, se movió y puso más ganas.

Aunque los goles llegaron por otra parte. El Sevilla, con el bajón del Dudelange en los últimos minutos, aprovechó para aumentar su cuenta anotadora. Primero, de nuevo, Franco Mudo Vázquez, tras rechace a tiro de Munir. Y luego el propio delantero marroquí, tras pase de Escudero. Así se cerró el marcador y casi que el partido, porque acabó sin más incidencias ni casi ocasiones.

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