Descomposición

Voy a empezar por contar que hubo falta a Guardado en el gol del Granada CF. Por si alguien espera con la escopeta cargada. Pero sí, tienen razón: ahora vienen los palos al Real Betis. El Real Betis Balompié es un cádaver andante, por aprovechar que ya mismo llega el día de los muertos. Y si Rubi no está muerto como entrenador del Betis, le falta bien poco. Ahora toca decidir a los de arriba, los que sí viajaron a Granada.

Fue como Boabdil, porque alguno estará llorando por su Betis. Unos de verdad, otros porque se les cae el chiringuito. Porque el Betis está en descomposición, de arriba a abajo. Del césped al palco. Un equipo que camina sin rumbo, mentiras sobre mentiras y con el mantra del crecimiento que no se lo cree ya ni el que asó la manteca. El bético que fue a Granada, que lloró porque le duele ver perder a su Betis, no quiere esto. A ellos sí que el Betis es su pasión. Y su pasión ahora mismo está por los suelos.

Recuerden que esto se ve venir de lejos, que no es una sorpresa. No se dejen engañar, no se dejen manipular. Quien abra los ojos se dará cuenta lo que hay. Y lo que hay es un equipo es descomposición. Un equipo muerto, Un equipo en el que no cree. Ni los de arriba. El miércoles espera ya un papelito interesante, a ver si con entrenador nuevo o con el moribundo Rubi en el banquillo.

En ese partido ante el Celta no estará Lorenzo Serra Ferrer. ¿Estará Quique Setién? Todo es posible, hasta que el cántabro vaya a Heliópolis como rival. Pero sí estará el Betis, ese equipo muerto y en descomposición , que debe seguir adelante por su gente. A ver qué decisión toman sus dirigentes. En esas manos están los béticos.

El partido fue raro porque el Betis no parecía estar mal. Pero al primer golpe todo se fue al traste. Por segunda semana seguida, el árbitro perdonó la expulsión a Javi García. Que todo hay que decirlo. Esta vez fue Mateu el que habló con el murciano antes de la media hora, tras una entrada que era clara de amonestación. Javi García, por lo que sea, no está, y hasta él mismo se da cuenta. Un error en un golpeo propició la única jugada de peligro del Granada en la primera parte.

Rubi, también por lo que sea, o será por dar confianza a su futbolista, no puso a Ismael ni a calentar. Las apuestas por la cantera están bien si de verdad apuestas. Las palabras, si se quedan en palabras, se las llevo el viento. Y, por lo que sea, el Betis se tranquilizó tras esa acción.

Una contra de Canales acabó en nada por un pase atrás a Tello. Guardado hizo un tirito que no se ve ni en Regional cuando los béticos ya cantaban gol. No era mucho, pero suficiente para ver que el Betis al menos estaba vivo. Y que ni sufría en defensa. Por lo que sea, el Betis estaba cambiando, a lo mejor por esa riña de Haro y de López Catalán durante la semana a los jugadores.

Otro golpe y adiós

Tras el descanso el Betis se asomó relativamente bien. Mandi perdonó el 0-1 pero otro error de Javi García tras no pitar Mateu una clara falta a Guardado acabó en el gol de Vadillo. Casi sin querer, un tirito a lo Guardado, pero fue gol. La suerte también influye y golpea al que está abajo. El Betis, sí, está abajo. Vadillo no lo celebró porque es más bético que muchos de los que están en el Betis. Y, aunque esté en el Granada, el Betis sí es de verdad su pasión.

El gol provocó de nuevo el bajonazo al Betis. Sin tiempo para respirar, Azeez disparó al palo y Carlos Fernández remató fuera sin portero. Rubi ya estaba sudando a mares, porque ve su futuro muy negro. Tardó en meter a Borja Iglesias y en quitar a Javi García, que ya parecía estar sufriendo una condena. Pero para condena la que están sufriendo los béticos. Disfruten lo votado, el Betis de los béticos o el Betis del crecimiento. Todo ello se resume en uno: el Betis de la descomposición.

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