Después de despeñarse, resbala
El Sevilla se despeñó en la Copa entre semana y este domingo el Sevilla patinó en LaLiga. El equipo de Lopetegui cierra una semana triste en el ánimo, en el juego y en los resultados, porque ante el Alavés el conjunto nervionense no dio la talla, no dio la medida. Se esforzó, compitió, peló, sí. Pero no jugó a buen nivel el Sevilla. Se encontró con una buena defensa del Alavés, pero eso apenas es un pequeño obstáculo. Los nervionenses apenas pusieron en problemas a Pacheco, no encontraron fórmulas para crear peligro, no llegaron ni remataron. Se obstinaron en pegarse contra un muro, fueron previsibles, lentos, y tozudos.
Si el Alavés cerraba bien las penetraciones por banda, nadie leía el partido para entrar por dentro. Si el Alavés defendía con orden los centros laterales, nadie buscaba la alternativa en profundidad o la espalda de la defensa. Si el Alavés defendía con una línea de cinco, o de seis, en el área, apenas se intentaron tiros lejanos. El caso es que si el Alavés proponía problemas, el Sevilla no proponía soluciones. Y así se vio comprometido el partido, incluso el empate. Y la buena marcha que había firmado el Sevilla hasta este mes de enero, que una semana sufre un duro revés.
La primera parte bien pudo ser una continuación del partido ante el Mirandés. Por la precipitación del Sevilla, por los continuos errores, por la poca llegada y la falta de peligro. Y porque el juego era espeso, poco fluido, y demasiado previsible.
El Alavés no hizo nada del otro mundo, pero lo hizo bien. Defender con mucha gente, defender mucho y echarse atrás. Y a partir de ahí, a intentar coger al Sevilla en algún error o en alguna acción aislada. De ambas cosas tuvo, de errores sevillistas y de acción aislada, que salvó por cierto Vaclik.
Pero más que en defensa, el problema del Sevilla estaba en ataque. Apenas encontraba vías el equipo nervionense, que se chocaba una y otra vez ante una defensa ordenada y aplicada. Pero es que realmente los de Lopetegui facilitaban esa labor. Una y otra vez, de forma tozuda, el Sevilla insistía en fórmulas habituales a las que el Alavés puso tapón. Defendió con tres, cuatro y hasta cinco hombres a veces la banda derecha sevillista de Navas y Ocampos. Igual, aunque con menos efectivos, a la banda izquierda. Y caía una y otra vez el Sevilla en el mismo error. En vez de mover rápido la pelota, madurar las jugadas, volver al centro... intentaba lo imposible, meter buenos centros en inferioridad, rematar en inferioridad. En resumidas cuentas, muy poca creatividad, colectiva e individual, y muy poca reacción. Porque tampoco los 'creativos' del Sevilla estaban en buen momento. Banega no sacaba un pase, Nolito ni inventaba, De Jong no remataba y Jordán hacía transiciones de pelota pero muy planas. Como el conjunto de Nervión, plano.
Los ánimos subieron algo en el conjunto local al comienzo de la segunda mitad, aunque tampoco de forma superlativa. El Alavés se defendía bien y el Sevilla subía algo la intensidad, pero no lo suficiente. Además, como en la primera mitad, faltaban ideas e insistía e insistía de forma absurda atacando de la misma forma, por las mismas vías. O entraba el Sevilla por los costados, metiendo al área balones precipitados a pocos rematadores, o no había peligro alguno. Porque en realidad pasaba eso, que no había peligro alguno. Solo Koundé, en un córner, tuvo una ocasión clara, clarísima, que la mandó fuera.
Pero apenas hacía cosquillas el equipo de Lopetegui. Y si los de Lopetegui no hacían cosquillas, el Alavés hizo sangre a la primera. En una falta lateral, cabeceada en el segundo palo, Vaclik, salvador en la primera mitad, regaló un balón a Joselu en el área chica. Y el Alavés pegó.
El equipo blanquirrojo, que con la entrada del Mudo, pero sobre todo de Suso, mejoró algo en el juego ofensivo, tuvo la fortuna de empatar relativamente pronto, en un penalti que sacó Navas por manos. Ocampos transformó con elegancia.
Tuvo minutos por delante para intentar remontar, pero igualmente el Sevilla se mostró espeso, sin profundidad y sobre todo sin ideas. Se volvió a quedar a cuadros y plano, y no volvió a inquietar la portería de Pacheco.
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Ya nos ha adelantado hasta el Getafe, y por detras tosiendonos en el cuello el Valencia, ATco de Madrid, Y hasta el villareal, que a proposito ese si que ha hecho un fichaje de campanilla y acertado, Monchi ponte las pilas, que aunque tienes la suerte de tener a muchos lacayos a tu favor se te puede caer el pelo, bueno..... . Para alegrarnos o mejor dicho para engañarnos hay quien dice que la plantilla ha crecido de valor, quien nos va a timar sabiendo todos el dineral que ha malgastado y seguiremos malgastando para confeccionar esta mierda de plantilla, en fin mejor me callo porque me va a dar algo, Sr Monchi reflexiona un poco, un poco nada mas
200 Millones gastados para empatar de Penalty con el Alavés? No hay más preguntas Señoría.
En este momento me viene un mal presagio, y por primera vez pienso en negativo. Creo que no se han hecho bien los deberes en este mercado de invierno, al menos a medias; un equipo como el Sevilla FC que aspira a la Champions no puede permitirse el lujo de traer a un melón por calar como En-Nesyri, además, este jugador lo poco que le he visto es de la media para abajo, hubiese preferido a Dabbur o Chicharito antes que traer a este jugador. Como he dicho anteriormente tengo sensaciones contrariadas después de lo de la Copa del rey, y tostado colmo no se puede permitir, qué un equipo como el Getafe nos arrebate el tercer puesto. Por otra parte, tenemos detrás a Valencia, patético y Villarreal qué viene fuerte y este si qué se ha sabido reforzar en invierno, con un delantero de calidad contrastada, porque de verdad le dan el valor de lo quieren conseguir. Mucho me temo que visto lo visto, volvamos teniendo mucha suerte a clasificarnos para UEFA League. Los demás han sabido gestionar correctamente su club. No voy a entender, como el Villarreal puede traer a P. Alcácer y nosotros a un jugador que lleva los mismos goles que Chicharito o Dabbur teniendo incluso más minutos jugados. En fin, habrá que seguir confiando en Monchi, que más de una vez nos ha tapado la boca. La sensación es que como en otras temporadas en la segunda vuelta el equipo se desinfla 🌬💨