Torrijas llenas de amor de Pepe para todo su bloque: "Entenderé si no las pruebas"

José Villar Iglesias, más conocido por todos sus vecinos como Pepe, vive en un edificio de la Avenida José Laguillo (Sevilla) y este jueves tuvo un precioso detalle con todos sus vecinos para alegrarles un poco la tarde durante la cuarentena del coronavirus (COVID-19). A sus 67 años, se puso a cocinar torrijas para todo el bloque... y no es que sea uno pequeño.

Pepe tiene 67 años, es el presidente de su comunidad y al igual que la mayoría de sevillanos vive con preocupación este momento de estado de alarma y con la pena de no poder disfrutar de la Semana Santa. Para que no se les olvide una de las tradiciones más típicas de la fecha, hizo torrijas para todos. Su edificio tiene 11 plantas y hay cuatro pisos en cada una. En total, el gran Pepe cocinó ¡¡para 44 casas!!

"Vecina/o ¿me puedes hacer un pequeño favor? Abre tu puerta de la calle un segundo y mira en tu picaporte", fueron las palabras con las que terminaba el mensaje que mandó al grupo de WhatsApp de la comunidad, que se quedó completamente asombrada. Muchos comentarios de ilusión y de agradecimiento por parte de todos empezaron a llegar a ese grupo que se emocionó.

El mensaje completo de Pepe a sus vecinos

"Vaya por delante mi respeto, mi cariño y mi solidaridad con todos aquellos y sus familiares, que están padeciendo esta maldita pandemia. Como estoy aquí encerrado como todo el mundo, cada vez estoy peor porque me siento la persona más inútil sin poder hacer nada por todas esas personas, por eso quizás me dedico a estas tonterías.

Calculo que en la barriga de mi madre, ya escuchaba yo tambores y trompetas de las hermandades trianeras al pasar por San Pablo. Desde entonces, la primavera ha tenido olores y sabores característicos, este año sin olor a azahar mezclado con el incienso, esa cera, esa torrija de La Campana, o de Ochoa, incluso aquellas de Catunambú... No es buena mi memoria, pero las torrijas y/o sus sitios de ventas, han formado parte de más de un pregón, pues a eso no habría que resistirse.

Vecina/o ¿me puedes hacer un pequeño favor? abre tu puerta de la calle un segundo, y mira en tu picaporte".

Muchos cuidados por el coronavirus

No fue ese el único mensaje que mandó Pepe, pues para aquellas personas desconfiadas o más reticentes a probar las torrijas, les explicó detalladamente el proceso que había seguido. Infinitos cuidado para combatir el coronavirus y que sus vecinos pudieran disfrutar de este dulce tan típico de la cuaresma sin miedo.

"Desde que abro el paquete del pan de torrijas, uso pinzas y espumadera, no se toca el pan para nada. El último proceso es pasar el pan por aceite a 130° y al final pasarlo por la miel hirviendo, no sé a cuántos °. Las manos no me las he lavado, me las he desbastado. Las pinzas, espumaderas y otros utensilios los paso por el lavavajillas hospitalario que hay en mi casa y que pone el agua del aclarado a 100°. Entenderé si tomáis la decisión de no probarlas", escribió Pepe a ese citado grupo de WhatsApp.

Como se puede ver, un pequeño (más bien gran gesto) de un presidente de la comunidad, de un vecino, de una persona preocupada que intentó sacarle una sonrisa a muchas otras. ¡¡Un gran aplauso para Pepe!!