Cuarentena sin fútbol, Día 23: Sigan criticando a los andaluces, sigan

Lunes Santo y buenas noticias. No hay ahora mismo una mejor forma de afrontar el día, triste día, que sabiendo que el número de muertos, contagiados y afectados ha disminuido y que las altas por el maldito coronavirus van en aumento. Una sonrisa, o dos. Y, casualmente, Andalucía es una de las comunidades que mejores números aporta. Qué casualidad, Miguelito.

Cómo será la cosa que dos plantas del Hospital Virgen del Rocío cerraron el domingo por falta de pacientes con el COVID-19. Una de las mejores noticias de toda esta cuarentena, al menos en Sevilla. La mejor forma de acoger la Semana Santa, dura en lo sentimental para muchos, y peligroso por ese bicho que vive casi a sus anchas.

Pero no lo hace en Sevilla, tampoco en Andalucía. Sigan criticando a los holgazanes andaluces, a los fiesteros andaluces, a los graciosos andaluces, a esos andaluces que están siempre acostados o que se levantan a las 12 de la mañana, ya para salir a tomarse una cervecita y tomar el sol. Pues ahí están esos andaluces, dando ejemplo, mostrando al resto de españoles lo que hay que hacer en estos momentos. Aunque alguno quiera mandar a Pedro Sánchez y a su equipo al infinito y más allá. O al revés.

Lo cierto es que este Lunes Santo es de ilusión. Como esos Lunes Santo en el balcón de la casa de "Tito Manolo" y "Tita Susi". Ya mismo estamos ahí otra vez viendo pasar El Beso de Judas. Preguntándole a mi compañero Basilio cómo va, ya en la penúltima revirá hacia su Iglesia. Con los niños pidiendo cera y caramelos. Y esos aperitivos, esas almendras fritas, que caen en el estómago más bien que la mar entre espera, paso y paso. Andaluces, el himno dice 'levantaos', pero sigan quedándose en casa. Que vamos por el buen camino.