Cuarentena sin fútbol, Día 28: Mis primeros síntomas de cansancio
Lo reconozco: es el día que más he notado el cansancio desde que empezara esta cuarentena por el maldito coronavirus. Será ya por aguantar cuatro semanas así, aunque yo esté en condiciones que muchos desearían tener. Pero para no tener ganas de jugar al fútbol con mi hijo... Y hasta las piernas tengo como pocas veces. Habrá que moverse más por aquí.
Cuatro semanas, 28 días y todo apunta a que al menos pasaremos este mismo tiempo confinados. O confitados, que dicen algunos. La pinta es de llegar al menos a mediados de mayo así. Dos meses sin salir con cierta normalidad de casa y a la espera de que la vacuna, lo que de verdad cura este mal, llegue cuanto antes. Hasta entonces, a llevar la situación de la mejor manera posible, sin cabrearse mucho con los playeros, los atrevidos, los que andan 30 kilómetros con el perrito o los que toquetean todos los productos del supermercado para luego hacer una compra de 3 euros.
Y también a la espera de que los que mandan en este país, unos y otros, estén al frente o en la oposición, dejen de hacer el ridículo y trabajen de una vez para los españoles. Olviden la política, aunque les sea casi imposible, y piensen que mucha gente no saldrá (ya muchos se han ido) de esta situación y otros a ver cómo lo hacen. Y aquellos que se están dejando el alma sin ser reconocidos por los que mandan.
Otra cosa: tengo claro que la política se parece mucho al fútbol. Escucho a políticos y me voy a dirigentes de los clubes. Y una frase que me dijo un día un entrenador de élite y que la llevo a la política: hoy día casi cualquier jugador puede llegar a jugar en la élite. Hoy día cualquiera puede ser político, ministro o presidente. Siempre con un buen puñado de miles de euros en su cuenta. Por favor, hagan algo. Por favor, a todos, sigan quedándose en casa. Aunque algunos empecemos a notar ya síntomas de cansancio.