Cuarentena sin fútbol, Día 50: Si correr es de cobardes...
Casi no llego, pero he llegado. Por si alguien estaba esperando la entrada de hoy en mi blog, porque 50 no se cumplen todos los días. 50 días de confinamiento por el maldito coronavirus y la previa de un día especial. No será por probar el asfalto después de mucho tiempo, ya que el tirón en la pierna ha mejorado. Los partiditos de fútbol con mi hijo han servido y eso que yo pensaba lo contrario.
Mañana domingo saldré a correr, es mi intención. Temprano y no mucho porque estoy reventado antes de empezar. La intención es lo que cuenta, se suele decir. Y mi intención es respetar horarios, distancia y a otros corredores, esos a los que se les llama runners ahora. O a los que se creen Miguel Indurain o Alejandro Valverde y van con sus bicis como si no hubiera un mañana y tuvieran por delante la subida al Tourmalet, al Anglirú o al Mortirolo. Sin bajadas.
Se suele decir que correr es de cobardes y por eso este sábado muchos españoles han comprobado que son cobardes. Unos por no hacer caso a las medidas de seguridad sugeridas por el Gobierno y otros por querer apagar toda su ira dando unos paseítos por la calle. Correr no es andar. Correr separados no es andar pegados. Oye, que cada uno puede hacer lo que quiera, pero también estamos otros para criticar. Faltaría más. Cierto es que hay muchos corredores que estaban deseando llegar a este momento y entiendo su situación. Ahora, los que se creen maratonianos de un día para otro sí que no paso por eso.
Seguimos. Mañana iré a correr, a sudar un poco y a despejar la mente, que todo cuenta en estos días. Pero será un día especial para todos los hijos y para todas las madres. Ya mismo llegará el día en el que todos estemos juntos otra vez, pero ahora mismo, aunque salgan a correr, sigan quedándose el mayor tiempo posible en casa. Por favor.