La 'fabianización' de Raúl, la punta del iceberg

Raúl García de Haro es una de las grandes promesas de la cantera del Real Betis. El delantero, quien ya incluso ha debutado en el primer equipo, sorprendía a muchos hace algunos días en unas fotografías publicadas por el propio club donde se apreciaba su evolución física. Un cambio que no es casualidad y que tiene un concienzudo trabajo detrás.

La 'fabianización' de Raúl, como algunos bautizaron ese cambio en alusión a la transformación física que experimentó Fabián Ruiz hace unos años tras su paso por el Elche, añade cualidades a un delantero que tiene gol, buen juego de espaldas e inteligencia. No es cuestión sólo de apariencia, como apuntan desde del Betis. También lo señalan así los registros físicos de potencia, velocidad y numerosas variables.

Raúl es el caso llamativo, porque es al que apuntan muchas miradas, pero también sucede con Robert, ahora cedido en Las Palmas, Rodri, Dani Rebollo u otros muchos canteranos béticos. El 'play off' de ascenso del mes de julio dejó detalles de esa mejoría en algunas acciones. La apuesta del Betis por mejorar las condiciones físicas de sus futbolistas afecta a todos los equipos de cantera, con los que se trabaja desde los más pequeños hasta el filial.

Una medida planificación

"Raúl ha experimentado una mejora en su desarrollo muscular, pero también en otras variables", reconoce José Asián, preparador físico del Betis Deportivo y director del Área de Rendimiento de la cantera heliopolitana, que desarrolla, entre otras tareas, el plan para la potenciación de las cualidades físicas y de prevención de lesiones de los canteranos.

"Trabajamos desde los más pequeños hasta el filial con estudios individualizados para que desarrollen entrenamientos personales, antes y después del habitual que realizan con el equipo", explica Asián que también señala el crecimiento de jugadores como Robert, Dani Rebollo o Rodri entre otros como ejemplos a seguir para los más pequeños.

Una de las claves es crear una "cultura de trabajo" en la parcela física. Raúl, por ejemplo, durante la temporada pasada, trabajaba diariamente en el gimnasio del Betis haciendo horas extras por las tardes. "Era llamativo y un ejemplo que estuviera haciendo ejercicios en la misma sala junto a los más pequeños de la cantera", explica sobre el efecto espejo que también crea en los más jóvenes.

La evolución física de Raúl es una evidencia en apariencia y en masa muscular, una herramienta más para el talento del joven delantero. Claro que detrás existe un trabajo del propio jugador, así como de la potenciación que desde el Betis se hace en esta parcela. El mundo del fútbol cambia y, entre otras cualidades, cada vez exige jugadores más preparados físicamente y versátiles, que no sólo jueguen bien a la pelota.