La mejor vacuna posible en el fútbol

No hay mejor remedio en el fútbol para los males que las victorias. Esa vacuna se aplicó a sí mismo el Betis, que venció a Osasuna en El Sadar. Cerró así una racha que señalaba cinco derrotas en seis partidos y, sobre todo, una peligrosa crisis que generaba grandes dudas. Con oficio, intensidad, los cambios y los goles de Borja Iglesias y Miranda llegó el triunfo.

Las últimas semanas habían sido complicadas por la imagen y los resultados cosechados. El estilo de Osasuna hacía presagiar la dificultad para un Betis que había adolecido de alma y de intensidad en los partidos precedentes. Sin embargo, los de Pellegrini dieron un paso adelante y, para empezar, igualaron la concentración y el vigor de los locales.

Ese esfuerzo colectivo del Betis le valió para dejar su portería a cero, algo muy valorable en el cuadro bético y que no había hecho en los seis partidos anteriores. Luego en ataque brilló Fekir, quien ejerció del auténtico líder que demandaba  el equipo. De él nació lo más peligroso de un partido más trabajado que brillante para los verdiblancos.

Claro que lo que realmente importaba en el Betis era ganar en estos momentos. El cómo era menos necesario aunque las pistas indicaban a la necesidad de una solidez que encontró en El Sadar. Luego los cambios de Pellegrini fueron decisivos. Los goles llegaron por mediación de Borja Iglesias, que rompía su larga sequía, y de Miranda a pase de Joaquín. Los tres salieron desde el banquillo.

Cuatro cambios presentó el once del Betis, especialmente llamativos en posiciones de ataque. Loren Morón fue el delantero elegido en esta ocasión y estrenó titularidad esta temporada. Además, Pellegrini apostó por Aitor Ruibal, la vuelta de William Carvalho al equipo y la presencia de Víctor Ruiz en defensa. Ocuparon los puestos de Sidnei, Joaquín, Tello y Sanabria.

No tardó el Betis en darse cuenta el tipo de partido que suele plantear Osasuna, además aderezado por algunos charcos de la lluvia. Los verdiblancos igualaron desde el inicio en intensidad y tuvieron en Fekir a su jugador más activo. El francés avisó al minuto de juego con un disparo cruzado. Claro que atrás aparecía algún desajuste que obligó a Álex Moreno apagar un fuego en el 5'. Un gol anulado por fuera de juego de Budimir (12'), previa consulta con el VAR, completó el primer cuarto de hora.

El Betis respondió con un zurdazo de Guido Rodríguez (22'), al recoger un balón suelto en el segundo palo. Osasuna, fiel a su estilo, buscaba el juego directo y así Enric Gallego gozó de la ocasión más clara para los locales, aunque su disparo se fue al lateral de la red (24'). Los de Pellegrini también procuraban ser directos, aunque con balones rasos a la espalda de la defensa local. Así encontró William Carvalho a Fekir que acabó escorado y lanzando alto (26').

El partido era intenso, por momentos bronco en alguna jugada de balón dividido, pero el Betis no rehuía ni la pelea ni la intensidad. Faltaba, eso sí, conectar con Loren. Reseñable también lo victorioso que salieron los defensas béticos, especialmente Bartra, de los duelos aéreos hasta ese momento. Al descanso el empate sin goles era justo.

Segunda parte

Salió algo más ofensivo el Betis tras el descanso. Un envenenado centro de Guardado y un disparo alto de William Carvalho lo cuantificaron (48'). El partido no tenía dueño, porque Osasuna también trataba de desplegarse buscando en estas fases las bandas. Fekir seguía siendo el único que desprendía la sensación de que podía cambiar el paso.

Aitor Ruibal lo buscó de lejos (63') en una hilvanada jugada bética. Fekir también probó de lejos, pero su disparo se fue fuera por poco (66'). Pellegrini decidió cambiar delantero y dio entrada a Borja Iglesias por Loren. Osasuna buscaba las bandas, pero sus centros eran rechazados por una atenta defensa bética. Con todo los locales tenían sus aproximaciones, como la que finalizó con un disparo cruzado de Roberto Torres (74').

El Betis obtuvo premio con el gol de Borja Iglesias en una rápida contra. Aitor Ruibal y Fekir contribuyeron en la rápida acción que había iniciado el propio delantero gallego (76'). La sonrisa del Panda delataba lo que suponía también en lo personal romper su larga sequía. Joaquín y Miranda entraron entonces en el campo por Aitor Ruibal y Guardado.

Aún quedaba el último esfuerzo y Osasuna apretaba lanzando balones al área. Budimir complicaba a la zaga, aunque el Betis se mostraba firme ante el último empuje de los locales. El partido lo acabaron finiquitando los dos últimos cambios béticos. Un servicio de Joaquín desde la banda fue rematado al fondo de la red por Miranda en el tiempo de descuento. La entrada de Sidnei cerraba un triunfo tan necesario como trabajado.