Canterano del Sevilla FC y campeón mundial de pádel
Kike Salas es un canterano del Sevilla FC que acaba de vivir un momento importante en su progresión y promoción dentro de los escalafones inferiores. El defensor, de apenas 18 años, acaba de debutar con el principal filial sevillista, el Sevilla Atlético. Lo curioso de su trayectoria es que el jugador de fútbol también destacó en otra disciplina hace casi una década. Salas fue nada menos que campeón del mundo de pádel cuando era benjamín.
La explicación es más o menos sencilla, aunque no por ello deja de ser una historia curiosa. Sus padres son preparadores físicos y gestionan un club de pádel en Morón de la Frontera. Evidentemente no era difícil ver a Kike cogiendo la pala y practicando pádel desde una edad muy temprana. Y no se le daba mal. Fue al campeonato mundial de 2011, que se celebraba en Melilla, y lo ganó.
Y no fue algo puntual. El canterano del Sevilla FC siguió disputando campeonatos nacionales de pádel al tiempo que ya tenía contacto con el club de Nervión. Por aquellos años, Kike, que es sobrino del exjugador sevillista Víctor Salas, acudía a la Ciudad Deportiva de la Carretera de Utrera una vez por semana. Incluso algunos clubes andaluces quisieron ficharlo y contactaron con el que era su club, el Ciudad de Morón. Finalmente, el Sevilla FC lo fichó dos años más tarde de aquel Mundial de pádel ganado, en 2013.
Paco Gallardo, entrenador del Sevilla Atlético, hizo debutar el pasado fin de semana a Kike Salas. Fue en el partido frente al Yeclano. Pedió el filial sevillista, pero fue otro día para el recuerdo del futbolista y excampeón mundial de pádel. En su momento tuvo que elegir, pues ya no eran compatibles ambas actividades. Recién debutado en la Segunda B, categoría en la que milita el filial, no se puede decir que eligiera la peor opción...
Pues si el chaval quiere llegar al primer equipo que reze un "Padel nuestro que estas en el cielo....", porque en este club lo tiene crudo. Que lo haga bien en el filial y que algún otro equipo lo fiche, eso es a lo que puede aspirar el muchacho seguramente.