Volando hacia la Champions

Si el Sevilla FC no hubiera competido en agosto en Alemania para ganar su sexta Europa League, probablemente habría perdido el partido inaugural en el Wanda Metropolitano y habría ganado al Elche CF en casa antes de plantarse en Cádiz y comenzar LaLiga Santander más rara de la historia. El equipo ha hecho este miércoles sus deberes en el partido aplazado de la segunda jornada, venciendo a quien le pintó la cara hace diez días, mostrando su cara más áspera, pero también la más efectiva. Con la victoria tiene un colchón de nueve puntos sobre su inmediato perseguidor, una Real Sociedad a la que ganó el partido de ida, los mismos nueve puntos que le alejan del liderato.

La primera parte del Sevilla fue un espanto. Unos primeros 20 minutos horribles seguidos de 25 de lo más cuestionables. Como en el Martínez Valero, el partido se encaminaba al descanso como una tortura que quizás no aguantarían ni en Guantánamo. Rakitic acumulaba errores en la salida de balón, Koundé apagaba fuegos de Sergi Gómez, Acuña abría los brazos desesperado y Óscar se encontraba pegado a la banda izquierda como un guiri en las fiestas de un pueblo de Murcia. También abría los brazos en señal de desesperación.

Sin cuatro titulares clave -Diego Carlos, Fernando, Joan Jordán y Ocampos- cualquier equipo se resiente, pero el Sevilla pasa a ser un equipo difícilmente reconocible porque ni el sistema ni la intención se parecen a los de siempre. La indecisión en las posiciones de Gudelj y Rakitic, unas veces central y pivote, otras pivote y mediapunta, respectivamente, provocaban que Lucas Boyé y Carrillo se plantaran con suma facilidad en la frontal del área. Menos mal que estaba Koundé… y que esta vez jugaba Bono.

El Sevilla se mueve bien en el alambre de estos partidos infumables y, objetivamente, tiene mayor calidad que casi todos los equipos de LaLiga. En esas, Suso, casi el único que intentaba algo arriba, convirtió una combinación marca de la casa con Navas en un caramelito para que despegara el avión. 'En-Nesyri Airlines' entró en la rampa de despegue, voló, y soltó otro cabezazo espectacular para el álbum de sus golazos con la testa. El aterrizaje fue forzoso y el porrazo contra el césped sonó hasta en Fez, pero tras el susto, la cabeza de En-Nesyri siguió intacta. Una testa, la del marroquí, que mejora a los rematadores más letales de la historia contemporánea del Sevilla. Quizás Luis Fabiano, quizás Kanouté, puede que Zamorano…

Suso mandó un caramelito para que despegara el avión. En-Nesyri Airlines entró en la rampa de despegue, voló, y soltó otro cabezazo espectacular para el álbum de sus golazos con la testa.

Los de Lopetegui habían encontrado un botín importante a pocos minutos del descanso, y si en algo destaca este equipo es en su faceta de guardián del tesoro. El 1-0 hizo que el Elche cambiara un poco en plan y se abriera, con poca presencia en el centro del campo y algo más de peligro cuando llegaba cerca del área de Bono. En esas, Óliver tomó las riendas del partido y el Sevilla buscó el segundo, primero con ocasiones claras de Óscar y Rakitic, y después con dos nuevos intentos de despegue de 'En-Nesyri Airlines'.

No llegó la sentencia y el partido empezó a volcarse hacia el Gol Norte. Pero ahí estaba el Sevilla más fiable. Ninguna ocasión clara del Elche y paradas sencillas y seguras de Bono.  Nada pese a la congoja de la afición.

Parecía que tocaba sufrir, Lopetegui hizo tres cambios para los minutos clave y muchos sevillistas se echaban las manos a la cabeza cuando entraba Franco Vázquez, al que hasta en las fotos de las celebraciones se le ve desconectado. Pero el cordobés es, indudablemente, genio y figura, y cuando más sufría el Sevilla se sacó de la manga un taconazo marca de la casa para hacer el final más placentero. Uno de los goles de LaLiga y de su trayectoria en Nervión. Franco Vázquez en estado puro.

Tres puntos que no suma nadie más, y a falta de once partidos el colchón para lograr el objetivo principal es importante. Después de Valladolid quedará mes y medio de competición, y para el Sevilla del futuro sería importante dejar cerrado el cuarto puesto lo antes posible. Al equipo que no tuvo vacaciones le vendría genial ponerse las chanclas cuando otros se estén jugando las papas en plena llegada del calorcito.