Dejar salir antes que entrar
Al Sevilla también le está pasando cierta factura la compleja situación que atraviesa el fútbol. Las limitaciones con la economía y la inacción de la mayoría de equipos hace de este uno de los mercados de fichajes más parados que se recuerdan. Ningún club está dispuesto a malvender a sus activos, ante la imposibilidad de encontrar recambios de garantías, y tampoco aparece, más allá de Dmitrovic, ninguna oportunidad potable para mejorar la plantilla. Es por ello que, a día de hoy, en la dirección deportiva se prioriza las salidas, a expensas de la gran venta que el club ha sujetado los dos últimos años.
'Overbooking' en el Sevilla
Cabe recordar que el Sevilla FC tiene actualmente el cuarto límite salarial más alto de LaLiga, con un valor de 183.19 millones. Cierto es que ha bajado respecto al curso anterior (tasado en 185.89 kilos), pero el club está obligado a vender para cuadrar su límite salarial. Además, debe liberar fichas para permitir la entrada de futbolistas. Actualmente, y contando con los cedidos que vuelven, el Sevilla tendría 27 futbolistas con ficha del primer equipo. Un hándicap que impiden maniobrar a la dirección deportiva.
Monchi, de los hombres que mejor conoce el mercado, suele tener perfilados a sus equipos desde bien temprano. Por estas alturas en 2019 ya había cerrado ocho fichajes, aunque la compleja situación actual ha obligado al de San Fernando a adaptarse a los nuevos cambios.
Dos años sujetando la gran venta
A estas alturas la dirección deportiva se centra en agilizar la rampa de salida y encontrar acomodo a los que no cuentan para Lopetegui, como Rony Lopes, Amadou o Gnagnon. También se está pendiente a posibles salidas de Gudelj, De Jong, Munir o Idrissi, que brindarían a Monchi cierto margen de maniobra para acometer nuevas operaciones. En cualquier caso, la solución del entuerto pasa por una gran venta. Siendo Koundé el principal activo del club, el Sevilla tampoco está dispuesto a malvender a ninguno de sus futbolistas y esperan pacientemente una oferta a la altura de sus pretensiones. Lo que sí está claro es que para firmar, antes deberá salir algún futbolista.