Las notas de los jugadores del Sevilla ante el Red Bull Salzburgo: uno por uno

El Sevilla FC no ha pasado del empate ante el Red Bull Salzburgo en su debut en la fase de grupos de la UEFA Champions League, en un partido loco marcado por los cuatro penaltis que se señalaron y la expulsión de En-Nesyri.

En ElDesmarque le ponemos nota a los jugadores sevillistas.

Bono (7): Se sumó al esperpento de los penaltis cometiendo de manera ridicula el tercero. Aunque no paró ninguno, sólo le metieron uno, que también tendrá algo que ver. Desde entonces sostuvo al Sevilla con varios paradones y acciones decisivas, especialmente reseñable un paradón a remate de Sesko al inicio de la segunda mitad.

Jesús Navas (4): Si absurdo fue el primer penalti del equipo, el segundo cometido por Navas fue aún peor, empujando a Adeyemi descaradamente en una jugada sin peligro alguno. Esa jugada lastró su partido, flojo en ataque y defensa, probablemente uno de los peores que se le recuerdan. Fue sustituido al final dando lugar al debut de Montiel.

Koundé (5): Aunque Adeyemi le trajo loco durante casi todo el partido, aprobó en su regreso al Sánchez-Pizjuán y al Sevilla tras su intenso verano. La afición le aplaudió. Capítulo superado.

Diego Carlos (6): Otro que empezó con un penalti absurdo, el primero, pero que al final fue fundamental para arañar el empate. Imperial por arriba en casi todas las acciones.

Acuña (5): Fue decayendo en la importancia del juego conforme pasaron los minutos. Estuvo bien cuando tuvo al Papu por delante, pero después se diluyó.

Fernando (6): No puede sostener él solo a todo el equipo y en la primera parte se vio superado por el agujero del centro del campo, aunque no dejó de mostrar su jerarquía en todo el partido.

Jordán (4): Le está costando mucho dar su mejor versión en este inicio de temporada. Durante el primer tiempo el centro del campo fue un agujero y tuvo su parte importante de responsabilidad. Lopetegui lo quitó en el descanso.

Rakitic (5): Asumió la responsabilidad de ejecutar el penalti que supuso el 1-1, pero fue partícipe del mal desempeño y colocación del centro del campo en una primera parte en la que fue un horror. División de opiniones en su cambio, la gente espera más de él.

Suso (4): Salió con muchas ganas y con destellos de calidad, pero un error en la jugada del penalti le lastró hasta el punto de ser sustituido en el descanso. La banda derecha no funcionó.

Papu Gómez (5): Siempre quiere la pelota, incluso jugando por la izquierda, donde pierde buena parte de sus cualidades. El ratito por el centro estuvo francamente mejor, pero fue sustituido por Lamela antes de la hora de partido.

En-Nesyri (4): Dentro del estado de locura del equipo fue de los más locos. Vio una amarilla en la primera parte por un entradón, y la segunda en el descanso por un piscinazo un tanto ridículo -¿si era fuera de juego?-, dejando al equipo casi toda la segunda mitad con diez. Provocó, eso sí, el penalti que dio lugar al 1-1.

Ocampos (5): Falto de ritmo y precipitado, dos características que casan muy mal con su juego. Pese a ello, participativo y con ganas. La mejor noticia, su regreso.

Delaney (6): Aquí hay futbolista. Salió cuando el partido estaba en estado de locura y trató de hacer jugar mejor al equipo, incluso cuando se quedó con diez.

Erik Lamela (7): Otra salida fulgurante desde el banquillo, aunque esta vez no hubo gol. Levantó al público de sus asientos en varias ocasiones, con jugadas de clase mundial. Siempre que sale mejora a Suso, pero aún no ha sido titular.

Rafa Mir (5): Salió con diez y tuvo ocasiones para marcar, pero de nuevo no acertó con la portería. Demostró su punta de velocidad, algo inusual para un jugador de su talla.

Montiel (s.c.): Debutó saliendo al final.

Lopetegui (4): Pocos partidos tan malos ha jugado el Sevilla desde que es su entrenador. Tardó en reaccionar para tapar un agujero en el centro del campo que lastró al equipo en la primera parte. Ahora mismo hay jugadores que merecen ser titulares y no salen nunca de inicio, o bien que tienen que jugar en otros puestos. Tras quedarse con uno menos pudo mantener el resultado, un mal menor.