Victoria 'made in' Julen

Volvió a ganar el Sevilla y numéricamente la trayectoria nervionense por ahora en esta Liga es casi inapelable, más allá del accidente de Granada de hace dos semanas. Se mantiene arriba en la tabla, vuelve a ganar fuera de casa y vuelve a calmar unas aguas enrarecidas durante el parón más por sensaciones que por estadísticas. La realidad rotunda es que ningún equipo ha cedido menos puntos que el conjunto de Lopetegui, que se presentaba en Vigo este domingo con bajas de renombre, sobre todo en la defensa (Diego Carlos, Koundé, Papu, En-Nesyri...) y que aún así el Sevilla ha sacado el partido adelante y se mantiene, con un partido menos, a tres puntos del líder actual, la Real Sociedad. Los guarismos en frío son magníficos.

Luego, evidentemente, se abre el margen para el debate sobre el juego, sobre el modus operandi, sobre el nivel de algunos jugadores o el rendimiento de aquel o de este, y hay margen amplio para la crítica. Pero en Vigo ante el Celta el Sevilla ganó un partido como los ganaba hace dos temporadas, como algunos que ganó la pasada. Partidos en los que no pasa prácticamente nada, en los que casi no hay fútbol, partidos que el Sevilla controla desde la monotonía y gana desde la asintonía, en acciones aisladas, por algún chispazo, por alguna acción aislada. Partidos en los que el conjunto de Lopetegui defiende de forma ordenada, a pesar de las bajas, con Agustinsson por cierto, que cumplió más que dignamente. Partidos en los que concede poco y al final termina ganando.

Así se labró el Sevilla su trayectoria hasta donde hoy está y así va solventando de forma super aseada este inicio de campeonato, por más que se pueda demandar más juego, por más que Lopetegui pueda tirar de otras fórmulas para ganar partidos, y por más que el juego sea aburrido y hasta desesperante en algunos momentos.

Partidos como el de Vigo el Sevilla ha jugado bastantes, y la realidad es que ha ganado muchos más de los que ha perdido. Tirando de conjunto, de orden y disciplina, y de efectividad. Rafa Mir tuvo tino y resolvió un encuentro ganado desde atrás, ganado desde el plan de Lopetegui y ganado desde el detalle.

En ese perfil de equipo sevillista estuvieron destacados jugadores que encajan en ese plan de partido recto, sin salidas abruptas del guion. Rekik, Fernando, Gudelj, Agustinsson... estuvieron en su sitio y eso permitió al Sevilla fundamentarse en un partido sólido sin brillantez para sacar los tres puntos. Mención aparte merece el brasileño, que finalmente actuó como central (Gudelj fue al mediocampo) y volvió a responder como siempre.

A día de hoy el Sevilla quizás no será el mejor posible, pero los números no mienten. No hay ningún equipo que lo esté haciendo mejor que el Sevilla.