2-0: Juanmi, min 45.
3-1: William Carvalho, min 81.
4-1: Álex Moreno, min 88.
Un regalo para los cinco sentidos
4-1 ante Osasuna. Un regalo para los cinco sentidos. Para el que disfruta viendo un Betis valiente, atrevido y ambicioso. Para el que degusta el perfume primaveral de la grandeza. Un regalo para el que saborea el dulzor de la gloria, vibra entre el rugir de 50.000 almas y acaricia el paraíso con la yema de sus dedos. De nuevo contra los elementos.
Contra todo, contra todos. Volvió aquel Betis rebelde. Goleando a Osasuna. El de antaño. El valiente, el que se rebela contra los obstáculos. Le golpean y se levanta. Una y otra vez. En un clima desapacible y mermado por las bajas. Ni siquiera las decisiones arbitrales, sospechosamente en contra, condicionaron su dominio. El Betis del todo o la nada, el que como Curro Romero, para bien o para mal, nunca deja indiferente. Quién sabe si fue la luna de Nisán, la magia de lo que está por llegar o el volver a casa, pero su particular resurrección llegó en el mejor momento. Ambicioso, resiliente y ganador. Un triunfo, que mantiene vivo el sueño de la Champions, espolea las esperanzas béticas y devuelve la alegría al Villamarín por primavera.
Poco o nada le inquietó al Betis medirse al mejor visitante de LaLiga. Hasta el saque inicial ganó. Desde ese momento el equipo asumió su papel de favorito, tanteando el planteamiento del rival y madurando sus primeras opciones. Sin Canales y con Fekir sancionados, se vio un equipo mucho más vertical, explotando la velocidad de las bandas y tratando de hacer daño con balones a las espaldas.
Fue así como Álex Moreno, quien volvía cuatro semanas después, agudizó su valía. Le brindó profundidad a la banda, siendo muy incisivo atacando los espacios a las espaldas de la defensa. De tal manera llegó la primera clara del Betis, con una jugada que inició y finalizó el propio lateral, quien se topó con el larguero cuando su cabezazo ya había vencido a Sergio Herrera.
Y al cuarto de hora, entre el runrún de la grada y un clima desapacible, por las protestas de Gol Sur, llegó la polémica. Sergio Herrera derribó claramente a Aitor Ruibal, sin ánimos de pelear la pelota, en el interior del área. El extremo reclamó lo que parecía ser un penalti clarísimo pero Pizarro Gómez no decretó nada punible. Sorprendentemente Medié Jiménez, a los mandos del VAR, tampoco le recomendó verlo, al creer que el contacto sería leve, lo que ratificó una vez más la disparidad de criterios arbitrales que hay en España. Un reglamento distinto para cada equipo.
Ese golpe arbitral dio vida a Osasuna, quien logró asentarse de manera momentánea e inquietó el marco defendido de Claudio Bravo. Lo logró desde fuera, con dos disparos de media distancia de Moncayola (27') que pusieron en serios aprietos al guardameta chileno... pero al Betis pocas veces le puedes perdonar. Siempre se levanta. No obstante, ese golpe al mentón le sirvió al Betis para levantarse.
Joaquín, el alma máter del Betis
Con el descaro de un niño y la inocencia del que a nada le teme. Pasada la media hora, una genialidad de Joaquín, quien a sus 40 años es capaz de viajar al futuro y convertir una estrechez en una autopista, rompió líneas asistiendo a Bellerín a las espaldas de la defensa. El lateral cedido por el Arsenal llegó hasta línea de fondo, levantó la cabeza y la puso atrás para Willian José, quien marró su disparo. Pero este Betis hasta lo malo lo convierte en potable. Con fe. El balón muerto lo recogió Juanmi para anotar el 1-0 y rebañar el balón hasta el fondo de las mallas.
El gol desató al equipo, desinhibido y buscando con descaro el segundo. Un esfuerzo con el premio para el que jamás se rinde. Ya en el añadido, Álex Moreno afiló sus cuchillos para cercenar los flancos de Osasuna y colarse en el corazón del área con total impunidad. De nuevo levantó la cabeza, pensó y ejecutó. El pase atrás lo recogió Juanmi (2-0), quien con cierta rosquita besó el balón para cruzarla y hacerla imposible para Sergio Herrera.
Pellegrini, sabedor de que Osasuna aún no tenía dicha su última palabra, dio órdenes claras de atacar hasta lograr la sentencia. Con todo, el Betis salió espoleado del paso por vestuarios y rozó hasta en tres ocasiones el tercero. Primero lo intentó Guido desde 40 metros, obligando a Sergio a estirar su cuerpo para evitar el gol. No hubo tiempo para replicar cuando de nuevo el portero repelió, en boca de gol, los remates a bocajarro de Bartra y Víctor Ruiz (51').
Una desconexión puntual devolvió el aliento al rival
El Betis, algo impotente por no lograr la sentencia, 'regaló' esos (por desgracia) tan habituales minutos de desconexión. Algo que el mejor visitante de LaLiga no perdona. En el 64', Cote colgaba un balón al área aparentemente intrascendente... Un despeje errático de Bartra activó la desconexión de la defensa, dejando sin marca a un Budimir que con una volea a la media vuelta sorprendió a todos. Hasta a sus propios compañeros. Un gol que devolvía el aliento a Osasuna a media hora del final.
Los nervios lógicos de estos momentos de impasse señalaban un horizonte poco esperanzador, con la mente algo mermada... pero se levantó la afición. Gol Sur, hasta entonces en 'huelga' por su desacuerdo con la imposición de la huella, recuperó la animación para nutrir de sangre y aliento al equipo, que se levantó de la mano de su hinchada.
Una oda a la valentía
Pellegrini movió ficha, reformó el tablero y oxigenó la medular en busca de lograr una toma de decisiones más fluida. Una clarividencia suficiente para sodomizar al rival, adormecer sus intentos y dar la puntilla cuando más dudaba. La entrada de Guardado dio más libertad de movimientos a William Carvalho, quien se desinhibió percutiendo por zona de tres cuartos. Emulando su genialidad en Vallecas, inmortalizada hasta en calcetines, se inventó un regate imposible para dejar sentado a Sergio Herrera, con una pisadita, y anotar el tercero. Pero habría más...
"Esta grada está de fiesta", sonaba por aquel entonces en Heliópolis. Y no era para menos. Un regalo por primavera. La fantasía de volver a ganar. Un festejo en el que todos querían participar. Con el Betis volcado, sabedor de que podía hacer aún más daño, el equipo desdobló sus esfuerzos para brindar una penúltima alegría. Álex Moreno, de nuevo como un puñal, fluyó entre los rivales hasta colarse en el área y batir a Sergio Herrera logrando el 4-1 definitivo en las postrimerías de partido.
Un Betis que se puede sentir, saborear, degustar y hasta oler. Un regalo para los cinco sentidos.
Ratón citó colocaooo donde estás que no te veo? Y el de los azotitos por donde anda?? Sssshhh ssshhhhh que viene que viene
Ahora el Ratón no saludara desde el segúndo puesto, veremos lo que se inventa ahora por que ya no le quedan argumentos, a no ser que tenga un EMPACHO de Chorizos de Marmolejo.
Alguien ha visto al Cristobalito raton colorado, estara en la ratonera escondido Un saludo desde el equipo mas goleador de Andalucia y el que mas partidos ha ganado en Andalucia
Se ha cumplido todo lo que yo había predicho esta semana, nosotros ganamos y Barcelona y Atlético ganan, los palangas ya son cuartos jooojojojojjooojojojoj este año jugáis la Conference y gracias juasssssjuasjuas
Que viene el lobooooooooo jojojojojojojojojojo....cinco lobitos tenía la loba blancos y negros detrás de la escoba y uno verdiblanco que la palangana se lleva en la boca jojojojojojojojo auuuuuuuuuuuuuuh !!!!!
Veremos a ver que escriben azotin y ratoncillo del partido, seguro que está, escondidos por algún recoveco del CC
Palangas, habéis tomado nota de cómo se gana por goleada un partido donde teníamos muchas bajas importantes? En vez de llorar, haced lo mismo. Ya nos tenéis a cuatro puntitos faltando ocho partidos, y hoy os meterán los pelillos padentro en el Nou camp. la caquita se huele desde La Palmera juasssssjuasjuas