La vida del Papu Gómez en Sevilla y su relación con los béticos: "Son muy amables, me piden fotos..."

La carrera de Papu Gómez le ha dado para mucho. Ahora en el Sevilla FC, disfruta como nadie de la ciudad, pero a un hombre le curten todas sus experiencias, y él tiene ahora muy presente la que vivió en Ucrania, país que es centro de la atención del mundo después de que Rusia lo invadiera hace unos meses, desatando una cruenta guerra a la que no estamos acostumbrados en el Siglo XXI.

En la temporada 2013/14, el argentino jugó en el Metalist Kharkiv, pero se tuvo que volver ante la incipiente guerra civil que comenzaría en esa época en el país. “Es difícil comprender esta guerra en estos tiempos. Sí que hubo otras y tal vez no llamó tanto la atención, y eso habría que evaluarlo. Están muriendo muchos inocentes, muchos niños, muchos civiles y cuesta comprender de qué va esta guerra. La he vivido un poro, pero era diferente. Era una guerra civil entre ciudadanos ucranianos que querían pertenecer a la Unión Europea o a Rusia. Ya se veía un clima particular, extraño, en el país. Esto se viene montando hace ya varios años”, indica el Papu Gómez en su entrevista en exclusiva con ElDesmarque.

Y es que Jarkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania y en la que vivió, se encuentra a apenas 40 kilómetros de la frontera rusa y en estos momentos es epicentro del conflicto. “Está totalmente arruinada, acabada. Vivimos un año ahí y tenemos lindos recuerdos. Para nosotros es un país difícil por el frio, el idioma, la cultura, pero fueron muy cálidos con nosotros. Ese año, la pasamos bien, si no fuera por la guerra tal vez me hubiese quedado a jugar algún año más, pero me tuve que ir porque el país se estaba poniendo feo”.

“La ciudad en la que vivimos, Jarkov, está totalmente arruinada, acabada. Si no fuera por la guerra tal vez me hubiese quedado, pero me tuve que ir porque el país se estaba poniendo feo”

El Papu Gómez, un sevillano más

Y de la hostilidad de Ucrania, a lo que el Papu Gómez se ha encontrado en Sevilla. En los primeros meses vivió en el centro antes de marcharse a una casa más grande y con piscina a las afueras, y es habitual verle en los enclaves más emblemáticos de la ciudad… y los alrededores.

Como, por ejemplo, el pasado martes, cuando se marchó con su esposa, Linda Raff, a una de las playas más populares para los sevillanos y, posteriormente, se dio un garbeo por la zona en la que estaba el grueso de los seguidores del Rangers y el Eintracht, en la víspera de la final de la UEFA Europa League que se disputaría en el Sánchez-Pizjuán. “Igual es la primera vez que voy a Matalascañas en un año y medio, tampoco es que… por el calendario y todo a veces es difícil. Se dio, dijimos ‘vamos, es cerquita’. Dejamos a los peques en el cole y a las 10 de la mañana estábamos allí tranquilos, no había nadie, tomando mate. Fuimos por un par de horas y nos volvimos a buscar a los peques al cole. Después fuimos al centro a hacer unos trámites, y nos encontramos a los del Eintracht y el Rangers, tomando cerveza, en un lío bárbaro. Eso es la ciudad. También me encontré con varios hinchas del Atalanta que pensaban que iban a llegar a la final y sacaron los tickets y me decían ‘estás muy bien, el calor, qué ciudad tan hermosa’. Somos afortunados de poder vivir en una hermosa ciudad”.

Por fortuna, los aficionados alemanes y escoceses estaban más pendientes de su cerveza de que a su alrededor había una estrella del fútbol mundial. “Por suerte no me reconocieron, no sé si por la cerveza o qué. Si no me tendría que haber ido corriendo porque estaba lleno”. Después, vio la final que se jugó en su casa. “La vi muy bien. El Eintracht es un justo ganador, les ganó a todos, jugando bien un fútbol muy agresivo e intenso. La final se le puso difícil, pero se mantuvo tranquilo y lo sacó adelante”.

El paseo del Papu por Sevilla en la víspera de la final de la Europa League. “Por suerte los escoceses y alemanes no me reconocieron, no sé si por la cerveza o qué. Si no me tendría que haber ido corriendo porque estaba lleno”

Le ha tocado también vivir la intensa primavera sevillana, aunque ha sido solo una toma de contacto. “A la Feria fuimos una sola vez, al menos yo. Mi mujer fue otra más. Fuimos con el equipo y muy bien. Nos estábamos jugando cosas importantes y no pudimos disfrutarla de la mejor manera, porque teníamos que estar reconcentrados en el objetivo y no desgastar energía en otra cosa. La verdad es que es hermoso. La gente lo vive maravillosamente. Se notaba que estaba ansiosa por volver vivir lo que viven todos años. Se vivió una fiesta y somos afortunados de vivirlo”. ¿Y la Semana Santa? “No, lo vimos un poquito por la tele, pero no desde adentro. Es cansador. Hay mucha gente, somos figuras públicas y estar entre tanta gente es agotador. Preferí verlo desde casa”.

Y para terminar de sacarse el carnet de sevillano aunque nacido en Buenos Aires, al Papu Gómez comenta cómo es su relación con la afición del Real Betis y cómo vivió la Copa del Rey ganada por el eterno rival. “Con la gente del Betis… es más, me piden siempre fotos y son muy amables y respetuosos conmigo. Lo primero que hice fue escribirles a Germán y Guido y felicitarles, porque hicieron una Copa muy buena y fueron justos ganadores. El partido clave fue el nuestro, lo supieron aprovechar, le dio envión y los llevó a la final. Para nosotros hubiese sido lo mismo. Era el partido más fuerte e importante porque te iba a dar el envión para seguir escalando. Felicitarlos, más que eso no puedo hacer. Son justos ganadores y el fútbol de Andalucía tiene que estar orgulloso porque tuvo un equipo campeón de Copa del Rey, otro está en Champions League, ojalá el Cádiz se pueda quedar, el Granada, son todas cosas que hacen crecer a la región, a la ciudad, y entonces por mí está bien. Me hubiese encantado ser campeón yo, eso sin duda, pero es lo que tocó”, reconoce el futbolista argentino del Sevilla.