La diferencia de trato de Soto Grado en el Celta-Betis: mismas amarillas y 23 faltas más locales

El Real Betis sufrió la primera derrota del curso a domicilio. La expulsión inicial, antecedida por el gol de Gabri Veiga, fueron un lastre demasiado duro para un equipo que fue superior tras el descanso, mejoró con los cambios de Pellegrini, pero no tuvo acierto de cara a gol.

Casi en la primera jugada de peligro, Gabri Veiga marcó con un potente lanzamiento desde veinticinco metros. Fue una muestra del poderío celeste: presión, recuperación, un buen regate con conducción de Gabri Veiga y un latigazo imparable.

El partido no tuvo tregua: cinco minutos después de que Marchesín evitase el empate, Larsen provocó la expulsión de Luiz Felipe. En un pase largo, el delantero noruego hizo un control fabuloso, perfectamente orientado hacia el área. Larsen iba solo hacia portería y Luiz Felipe lo agarró. El árbitro castigó en un primer momento ese agarrón con tarjeta amarilla. Revisada la jugada en el VAR expulsó al central. Solamente iban diecinueve minutos de partido.

Manuel Pellegrini refrescó el ataque para la segunda mitad con William José y Fekir. Su equipo mejoró. Tuvo más la pelota. Obligó al Celta a retroceder muchos metros. Se apoderó del encuentro, pese a tener un jugador menos y asumir el riesgo de desproteger su zona defensiva. Tuvo la opción del empate en una buena acción, hilada por la banda derecha, que finalizó con un duro tiro de Rodri, un lanzamiento centrado a portería que sacó Marchesín.

El guardameta argentino volvió a ser decisivo mediado el segundo tiempo para rechazar un gran cabezazo de Willian José. No fue la última gran parada de Marchesín. Cerca del final, desvió un peligroso tiro de Ruibal desde dentro del área. El Betis apretó. Y volvió a rozar el empate con un cabezazo de Pezzella, al rematar una falta lateral, y un lanzamiento alto de Joaquín dentro del área pequeña.

El Celta sufrió mucho en la fase final, pese a tener espacios para contraatacar e inquietar a Rui Silva, algo que solo hizo Óscar Rodríguez con una clara oportunidad que sacó el portero, punto final al suspense que durante la segunda parte vivió Balaídos.

La disparidad de criterio en el Celta-Betis

No obstante, lo más llamativo fue la disparidad en el criterio arbitral en el tramo final. Los datos hablan por sí solos. 26 faltas hizo el Celta y fue penalizado con cuatro amarillas. Un castigo mucho mayor sufrió el Real Betis, que con solo tres faltas en todo el partido... fue castigado con tres amarillas y una roja. Una impotencia que se contagió a los jugadores, de ahí que Canales, por ejemplo, fuese amonestado por protestar una acción suya.

Polémica cuando menos fue también su decisión en el posible penalti a favor del Betis. El balón tocó la mano derecha de un jugador del Celta, que ocupaba un espacio antinatural. No obstante, Hernández Hernández no le recomendó revisar la jugada en el videomarcador. Algo que sí hizo en la expulsión, cuando modificó su decisión inicial...