El amor de un bético por su hija sevillista, detrás del costal que Rakitic recibió por su camiseta: “Si ella es feliz, lo que sea”
Ivan Rakitic dejó una imagen tras el partido contra Copenhague en la UEFA Champions League el pasado 25 de octubre que llamó la atención. El croata salió por la zona vestido con el chándal azul habitual del Sevilla FC, como todos los demás jugadores, y con dos objetos en la mano: en la mano derecha llevaba una bolsa de comida y en otra, sobre el brazo izquierdo, apareció con un costal.
Rakitic sale con un costal del Sánchez-Pizjuán y bromea sobre cuándo será su debut como costalero https://t.co/SPYP1ilMUB
— ElDesmarque Sevilla FC (@eldesmarque_sfc) October 26, 2022
Una imagen que no pasó desapercibida para nuestro compañero de Mediaset: “Eso será para cenar, ¿no?”, haciendo hincapié sobre la bolsa. A lo que el jugador del Sevilla contestó: “No, no lo importante es esto (señalando el costal)”. Una conversación que terminó con Rakitic bromeando sobre cuándo será su debut como costalero. Y claro, esa imagen tiene una historia detrás y que os contamos en ElDesmarque. Un reportaje que puedes ver en el vídeo que encabeza la noticia.
Naiara, una hincha del Sevilla hasta la médula a sus 11 años, y su padre, bético y costalero, son los protagonistas de esta bonita historia. Resulta que ese costal fue un regalo que le hizo esta pequeña al finalizar el encuentro. Pero claro, pertenece a su padre que se lo dio a su hija expresamente para que se lo regalase a Rakitic: "Mientras que sea feliz, aunque sea del Sevilla, no pasa nada", nos dice Francisco Javier González.
El jugador se dirigió a la grada al ver una pancarta que decía: “Rakitic, el costal por tú camiseta”. Y claro, no dudó en quitársela, dársela a ella y fundirse en un abrazo dejándola con lágrimas de felicidad.
“Mi corazón estaba a mil, temblando y aguantando las ganas de llorar. Lo único que me acuerdo de que le dije ‘te quiero’. Y cuando le di el costal me dijo ‘muchas gracias’, relata la pequeña sobre cómo fue ese gran momento.
Naiara nos cuenta cómo surgió la idea de intercambiar la camiseta por un costal gracias a su padre: “Quería una camiseta suya desde pequeña. Mi padre se lo encontró en un miércoles santo, charló con él y como le encanta la Semana Santa, se nos ocurrió lo del costal”, nos dice.
Al terminar, pide un deseo: “Es mi ídolo desde pequeña y quiero que se retire en el Sevilla. Me encanta como juega y su forma de ser”.
Llevas toda la razón, Juan, así debía de ser, la rivalidad no está reñida con el señorío. Ojalá pudiésemos ir a los dos estadios sin temer a lo k pueda pasar con los descerebrados de siempre Un Betico
Esto es lo bonito de la rivalidad... los que no lo entienden así son los que lo estropean todo. Que pena que siempre la minoría haga más ruido que la mayoría.