Clasificado y preocupante

El Sevilla FC está en su lugar natural en la Copa del Rey, al menos aquí sí. El inopinado penúltimo clasificado de LaLiga Santander ha certificado este martes en Vitoria su pase a los cuartos de final del Torneo del KO, ronda en la que está presente por decimocuarta vez en el Siglo XXI. No es poco para un equipo que naufraga domingo tras domingo en el campeonato doméstico, pues solo los buenos resultados le ayudarán a salir del pésimo momento en el que se encuentra, hasta el punto de haber dejado una imagen de lo más preocupante ante un rival de inferior categoría. Se ha clasificado, sí, pero solo es un pequeño dulce que no aminora el amargor del sevillista.

Sampaoli dio descanso a Fernando Reges en la primera parte y eso ya se sabe lo que supone en este equipo tan endeble. El Deportivo Alavés es de los buenos de LaLiga Smartbank, pero está sumido en una racha de resultados aún peor que la de los nervionenses, que ya es decir, pero los babazorros demostraron que en estos momentos un buen equipo de Segunda puede pelear con solvencia contra este Sevilla irreconocible, tal y como hemos contado en nuestra retransmisión en directo. Un Sevilla con el centro del campo totalmente perdido, de pases al pie, nula confianza y sin ningún jugador que dé un paso al frente para, por lo menos, equivocarse intentando hacer algo decente.

📺 RESUMEN #CopaDelRey | Octavos de final

1-0 | @RealSociedad - @RCD_Mallorca

⚽️ 1-0 | Robert Navarro (5')

📍 Reale Arena.

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— RFEF (@rfef) January 17, 2023

Los de Luis García Plaza tenían la lección aprendida, y el Alavés embotelló a los hispalenses desde el primer momento, presionando y robando en la salida de balón. En ocho minutos había botado cuatro saques de esquina y Gudelj había salvado un gol casi en la línea. En la primera parte fueron ocho lanzamientos desde el córner y los locales acabaron con diez, por solo dos de los visitantes. Un dato que revelaba lo que sucedía en el terreno de juego.

El Sevilla sufría en Mendizorroza ante un Alavés que se iba creciendo de la mano de Sylla y, sobre todo, Jason. Dmitrovic salvaba con un paradón un disparo del sevillano Rioja, Gudelj estuvo cerca de ver la roja y el primer tiro de los visitantes fue de Erik Lamela. En el minuto 40. La única jugada potable en ataque llegó tres minutos más tarde, y Owono se fue al descanso sin ni siquiera haber sido probado.

Sampaoli quitó al inoperante Suso y al ‘peligroso’ Gudelj al descanso, dando entrada a Fernando y a Navas, recomponiendo el dibujo. Dio pronto resultado, con una buena jugada entre Montiel -en una posición mixta entre el centro de la zaga, el lateral y el mediocentro- y Erik Lamela que continuó Jesús Navas para ponerla en la cabeza de Rakitic.

El croata volvió a ser el mejor de los sevillistas, lo que dice mucho del estado del equipo. También merece ser reseñado el partido de Badé que, quizás por no estar aún adaptado del todo, no se complica y se ha presentado hasta el momento como un central aseado y contundente, precisamente lo que necesita el Sevilla.

Puro espejismo en todo caso. El Alavés siguió llevando la batuta y embotellando a un Sevilla que apenas trenzaba una jugada en condiciones. Primero probó Sampaoli jugando sin 9, al cambiar a En-Nesyri, uno de los mejores en defensa, por Nianzou. Fernando pasó al centro del campo y el partido se serenó durante algunos minutos. Los vitorianos tocaron a rebato en un descuento para el que se señalaron cinco minutos pero que acabó en ocho, aprovechando el desorden de un equipo que llega al final de los partidos exhausto. Primero la tuvo Jason, que hasta pidió penalti, y en el último suspiro el exbético Salva Sevilla estuvo a punto de acertar con la sal en la honda herida sevillista.

El Sevilla está en cuartos de final, a solo tres partidos de una nueva final, pero ni siquiera el sevillista más optimista se ve a día de hoy en La Cartuja en la próxima primavera

El Sevilla está en cuartos de final, a solo tres partidos de una nueva final, pero ni siquiera el sevillista más optimista se ve a día de hoy en La Cartuja en la próxima primavera. El invierno se sigue haciendo muy largo y lo único seguro es que este equipo tendrá que volver a jugar en día laborable dentro de siete días. Si es bueno o malo, dependerá de lo que pase.