Un golazo para liberar a Ocampos: rabia contenida, lágrimas y besos
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Lucas Ocampos ha vuelto. Oficialmente fue el 17 de enero cuando se confirmó su regreso al Sevilla FC tras cuatro meses y pico entre surrealistas y angustiosos en el Ajax de Amsterdam. Si bien, aunque antes ya había mostrado algunos detalles, no ha sido hasta este jueves, un mes después, cuando el sevillismo ha reconocido de nuevo al Ocampos que esperaba.
El de Quilmes saltó al césped tras el descanso del partido ante el PSV Eindhoven, precisamente uno de los rivales históricos del equipo en el que estuvo al inicio de la temporada. Extra motivado por muchos motivos, apenas tardó tres minutos en enseñarle a la generalidad del fútbol neerlandés de lo que es capaz.
Una pelota llovida fue controlada por Ocampos, que a la media vuelta soltó un zurdazo imparable a la base del poste de la portería que defendía Benítez. Un gol marca de la casa del argentino, que a partir de ahí dio rienda suelta a toda la rabia contenida que tenía guardada tras sus meses más complicados como futbolista profesional.
La celebración del atacante fue cristalina. Primero un gesto de alegría, después la expresión de la rabia acumulada para, posteriormente acabar con la emoción dibujada en el rostro. Tras la celebración con los compañeros, besos a la grada y a la zona en la que se encontraba su familia.
Puedes ver la secuencia en imágenes gracias al objetivo de Kiko Hurtado, en la galería que sigue a estas líneas.
“Estoy muy contento de haber marcado, de haber hecho el gol y de estar otra vez con ustedes. Esperamos que sigamos con esta racha. Todos juntos esto va a seguir por este camino. Muchas gracias por todo, gracias por el recibimiento. Los quiero mucho”, comentaba Ocampos en un vídeo que ha compartido el club desde el mismo césped del estadio.
Posteriormente, añadía lo que ha supuesto para él su diana ante el PSV. “El gol es un momento importante que va a quedar marcado, tenía un poco de rabia, alegría, angustia, felicidad... lo importante es que el equipo pudo sumar y que todos tenemos una mentalidad importante, con lo que el equipo está preparado para jugar por el mismo objetivo. Cuando las cosas van tan mal uno empieza a dudar de sí mismo, llegó un momento que pasa, pero vuelves a este club y decís que nada cambió, era resiliencia”. Ocampos ya está aquí.