Las mujeres que ayudaron a salvar al Sevilla en la crisis económica de 1928
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La primera hooligan de la historia la tuvo el Sevilla FC en 1892
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Mujeres pioneras en competir y ganar en deportes tradicionalmente masculinos
Una verdadera luchadora no es la que siempre gana, sino la que jamás se rinde. La que siempre cree. Se rebela ante los obstáculos, se opone a las injusticias y pelea por lo suyo. Hasta el final. Sea cual sea el precio que tenga que pagar. Porque aquí en Andalucía, y en el Sevilla FC, sabemos mucho de luchar por lo nuestro, por lo que merecemos y lo que nos pertenece. Y es que hay males que no solo se pueden curar con el dinero. También necesitan del amor, el esfuerzo y el sacrificio. Y nadie sabe más de pasión que las mujeres sevillistas.
Una condición a veces vilipendiada pero que siempre fue vital para el devenir histórico del club. En silencio, sin el protagonismo que merecían, las mujeres sevillistas también jugaron un papel decisivo en el Sevilla FC.
Mientras el Sevilla FC disputaba la Copa de España, fallecía Enrique Gómez, más conocido como Spencer (primer internacional sevillista), lo que marcó simbólicamente el declive del primer gran plantel sevillista de la historia. El mismo año de la inauguración del Estadio de Nervión, con Juan Domínguez Osborne como presidente y con el pesar de no haber podido entrar en la creación del primer Campeonato Nacional de Liga en España, el Sevilla cayó sumido en una importante crisis económica.
Y ahí fueron las mujeres, cómo no, las que dieron un paso adelante para salvar al club. En el Sevilla de los hermanos Brand, los hermanos Sedeño, León I y León II, Charlot, Ocaña...
Las mujeres que pidieron ayudar al Sevilla
Hasta entonces podían acceder gratis a los estadios pero en 1928, ante la crisis económica que asolaba al Sevilla FC, las mujeres sevillistas solicitaron pagar una cuota mensual de dos pesetas, desde el mes de ingreso, para aliviar las arcas del club.
"El Sevilla ha tomado el acuerdo de no permitir la entrada gratis a señoras y señoritas en la presente temporada, estableciendo una inscripción de socios femeninos, con una cuota mensual de dos pesetas. A partir del mes de ingreso. Satisfaciendo así los deseos manifestados por la mayoría de ellas", rezaba un fragmento de la época recogido en el libro de Juan Castro Prieto. Un gesto afectivo de aquellas mujeres, sevillistas como las que más, que pusieron su granito de arena para ayudar al club.
Vaya desde aquí el agradecimiento al Área de Historia del Sevilla FC.
Esto es historia y no la de las criaturitas