La madurez hecha Betis

Debía ganar y ganó. El Betis hizo los deberes antes de llegar al parón por selecciones y venció al Mallorca, apenas tres días después de la eliminación continental ante el Manchester United. Sin otra distracción ya que definir las aspiraciones europeas de los béticos, los de Pellegrini respondieron en la primera de las trece finales en una cita incómoda por las cualidades del Mallorca.

Seguramente no quedará el partido en la memoria colectiva de los béticos por el fútbol. A nadie importará si el Betis acaba a final de curso en el cuarto puesto. Lo relevante era ganar y eso hizo. Sin brillo, con trabajo, pero amarrando tres puntos en el Benito Villamarín donde debe seguir haciéndose fuerte y mejorando sus prestaciones.

Todo fue desde el esfuerzo y la famosa competitividad del Betis. Hasta el gol definió el triunfo. Una diagonal de Sabaly, uno de los jugadores más destacados del partido con permiso del comandante Pezzella, lo desvió con sutileza Borja Iglesias para romper el cerrojo mallorquín. Otra vez un toque del Panda, como en Villarreal, para marcar.

Hasta ese momento, al comenzar la segunda mitad, al Betis le había costado encontrar fisuras en el entramado de los de Aguirre. Había estado espeso, más allá de alguna acción aislada de Rodri. Tampoco es que variaba el guion tras el gol, solo que el Mallorca no estaba planeado para otra cosa en el Villamarín y le costó resetear ya con el 1-0 bético.

Con todo, la segunda parte mostró también que la victoria no iba a ser cómoda, por lo apretado del marcador. Tocó fajarse, apretar los dientes hasta el final y celebrar el triunfo en el mediodía en Heliópolis. Fue en una mañana donde secundarios como Sabaly, Guardado o Pezzella dieron un paso adelante para hacer sólido a los verdiblancos.

Los de Pellegrini alcanzan el parón consolidados en el quinto puesto y acechando el cuarto, pendientes de lo que haga la Real Sociedad. Nadie recordará el cómo ante el Mallorca cuando pasen las semanas, sí que los tres puntos quedaron en el Villamarín con el gol de Borja Iglesias y una portería a cero. El Betis demostró un ejercicio de madurez para cumplir con su deber.