El Gran Azul
Bego y Abraham acaban de ser padres por primera vez (enhorabuena). Álvaro, su retoño; trae bajo el brazo un pan maravilloso llamado Gran azul, un restaurante que tiene toda la pinta de ser top en la ciudad muy pronto. De hecho, me consta que algún vip futbolístico ya los ha visitado. Ellos, son el vivo ejemplo de la ilusión desbordada que inunda mi alrededor en los últimos días y de la que me encanta contagiarme.
Como a la feliz pareja, a Manu, al que quiero como un hijo, le he notado que en los últimos tiempos ha cambiado para bien. Él no es padre, de momento, y aunque ya no es tan joven, está como un niño con zapatos nuevos con ElDesmarque, con el Valencia CF, con sentirse periodista de nuevo y con compartir redacción con sus inseparables Javi y Álex…
Manu, todo bonhomía, me decía el otro día en plan de cachondeo en el 'zulo', que es como nosotros llamamos a nuestro despacho, que antes, cuando el Valencia iba a ver un partido Lille-PSG sólo se fijaba en los futbolistas del Lille, pero que ahora eso ha cambiado y suspira por los del París. Por supuesto lo decía medio en broma medio en serio, pero los ojos le brillaban. Sé que está emocionado con lo que respira en el Valencia cada vez que va, ataviado con su cámara de vídeo a grabar un entrenamiento o a escribirse un tema en el diario.
A Manu, aunque lo disimule, le mola escribir de Lavezzi, de Enzo Pérez, de Gaitán, de grandes jugadores, de fútbol... Él, supongo que como muchos periodistas de la ciudad entre los que me incluyo, y como muchos aficionados a los que le incluyo a usted, estamos hasta las narices de Pabones, Postigas y demás parches y remiendos a los que estaba tristemente acomodándose el Valencia. Por eso, imagino también que usted se encontrará como Abraham como Bego como Manu y como yo, fascinado cuando compara lo que había con lo que hay (Negredo u Otamendi, por ejemplo), o cuando compara con lo que había y lo que suena (Enzo, Lavezzi, Gaitán...). Es cierto que las comparaciones son odiosas, pero en este caso son hasta dolorosas.
Porque, disquisiciones económicas, sociales y accionariales aparte y, asumiendo que el club ha tenido que ser vendido para vivir la situación financiera actual, un servidor tiene claro que lo que nos gusta a los periodistas deportivos es hablar de fútbol, de futuro, de ilusión y comentar si la victoria contra el Rayo fue determinante, aplastante o apabullante. Nosotros estamos tan cansados como usted de otros rollos macabeos y queremos debatir si debe jugar Rodrigo o Piatti; si Alcácer y Negredo caben juntos en el once o, ya puestos, hablar de cosas más terrenales como si me pido un arrocito o una carne en el Gran azul (O los dos, como es mi caso y siempre con permiso de mi endocrino). Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque Valencia