Yo para ser feliz quiero un C...omandante

El Levante UD despejó de un plumazo, o de tres, el tufo a podredumbre que amenazaba con instaurarse y quedarse a vivir en el Ciutat de València después de las tres derrotas seguidas en Liga y, sobre todo, por el esperpéntico 'caso Trujillo' que eclipsó por completo otros temas como, por ejemplo, la propia lucha por la permanencia. Con un Morales inconmensurable y asociándose a la perfección con el ya idolatrado Rossi, el equipo de Rubi pegó un puñetazo sobre la mesa y demostró que está vivo, al menos por una semana más. Por si fuera poco, marcó hasta Verdú y otra cara nueva como Medjani ofreció una buena versión. No se rinde el Levante. 

El conjunto granota salió con la lección bien aprendida, sin renunciar al protagonismo que le gusta a Rubi, como demuestra la inclusión de Verdú en el once, pero sin complicarse la vida frente a un rival con calidad en los botas de sus hombres, por lo que buscó en muchas ocasiones el juego directo hacia Deyverson. El brasileño se las llevaba todas pero fallaba la segunda parte del plan como era aprovechar las segundas jugadas, algo que sí que tenía bastante bien estudiado la escuadra de Fran Escribá. De todos modos, los azulones no pudieron evitar las primeras oleadas de un Levante muy necesitado y que llevó el peligro, en los primeros instantes, por las bandas hacia el área visitante. Así, en el arranque, Toño envió un centro medido a Deyverson que el delantero, a bocajarro, cabeceó a las manos de Guaita. Un error poco frecuente en el carioca que, por otra parte, es capaz de todo.
Pero los de Rubi ya habían advertido un poco antes con un libre directo de Verza que lamió el poste izquierdo del marco de Guaita. A esas tempraneras alturas, el Levante era el único equipo que quería hacerse acreedor de la victoria frente a un conjunto madrileño con poquísima intensidad. En el minuto 10, apareció por banda izquierda del ataque levantinista el de siempre. José Luis Morales recogió el esférico en tres cuartos de campo, cogió aire y encendió la mecha de la jugada que tan bien ensayada y ejecutada tiene: el madrileño se marchó de forma endiablada por entre la defensa foránea, con dos eléctricos regates en velocidad, y batió al portero getafense por el palo largo, quizá con un tiro menos estético que en otras ocasiones pero que sirvió para subir el 1-0 al marcador. El 'Comandante' volvía a aparecer cuando el equipo más lo necesitaba.
El Getafe intentó una reacción tímida pero no lo suficientemente potente para un equipo que va por debajo en el marcador. Aun así, tuvo una ocasión inmejorable de empatar después de un balón que intentó sacar la defensa azulgrana, rebotó en un adversario y fue a caer en las botas de Álvaro Vazquez. El delantero catalán, solo ante Mariño, se empequeñeció y disparó al muñeco y, eso sí, con una buena salida para tapar del meta gallego. Poco después, Sarabia enganchaba una volea desde la frontal, con una parábola bonita pero sin fe y de nuevo el cancerbero local atajó atento. A partir de ahí, el Getafe desapareció en ataque y el Levante se creció, primero con un servicio de falta de Verza que cabeceó fuera Navarro y luego con una jugada en la que Toño y Rossi se estorbaron y el italiano enganchó mal para que Guaita detuviera el intento sin despeinarse. Poco después, el 'Bambino' lo intentaría con un zurdazo raso pero demasiado flojo como para tumbar al portero de Torrente.
Los granotas continuaban asediando, sin prisa pero sin pausa, los dominios de Guaita y, en los últimos instantes del primer tiempo, se produjo lo que parecía un milagro en Orriols como era que al Levante le señalaran un penalti a favor puesto que el anterior fue el 7 de febrero de 2015. Morales era derribado en el 42' por Cala tras recibir de Deyverson y Rossi plantó el cuero en el punto fatídico (para el Getafe) para batir al meta azulón con un disparo ajustadísimo al palo izquierdo para ampliar diferencias en el marcador (2-0). Curiosamente, al Levante pudieron señalarle dos penas máximas a favor puesto que Deyverson fue derribado poco después en el área pero, en esta ocasión, González González no advirtió penalti. Por cierto, el atacante carioca fue amonestado camino del vestuario por entrar en una discusión verbal con Guaita y, a juicio del colegiado, simular una agresión. Típico.
La segunda mitad empezó quizá con menos ritmo que la inicial, evidentemente es lo que le interesaba al Levante cuyo técnico, además, retiró del campo a Deyverson para evitar disgustos y metió a Camarasa. El Getafe buscaba tímidamente a Mariño pero sus intentos se quedaban en un flojo cabezazo de Álvaro Vázquez, que pilló descolocado al portero pero no le sorprendio; y un tiro raso de Yoda después de una jugada ensayada. Sin embargo, los de Escribá hicieron callar, al menos por unos segundos, al Ciutat con un disparo al poste de Álvaro después de que el balón se pasease por el área pequeña levantinista. Era la señal, un tiro errado con una pantalla de cine delante para el atacante azulón, de que la victoria tenía que quedarse en Orriols. Tanto que, unos pocos minutos después, los de Rubi marcaron un tercer gol y para colmo con uno de los refuerzos de invierno: Joan Verdú. El catalán recibió de Morales en el área y erró en el primer intento de regatear a su par con la suerte de que la pelota le volvió a los pies y batió por arriba a un impotente Guaita. Delirio en el Ciutat, que terminó cantando 'Morales Capitán' y entonando el ya clásico 'Sí se puede', aunque con más fe que nunca.