El fútbol salvó la vida de Nani

El nombre de Nani continúa sonando con fuerza en el futuro del Valencia CF y su fichaje gana enteros para la temporada 2016-2017. El delantero portugués gusta y mucho en el seno del club, que se ha ganado la confianza de Pako Ayestarán y Suso García Pitarch, quienes avalan su contratación. Su talento es conocido mundialmente, aunque no tanto sus orígenes humildes. Los primeros pasos del delantero portugués están marcados por la pobreza y demuestran la importancia que tiene el fútbol para él. ElDesmarque repasa los inicios de Nani.

El sonido de las sirenas de policía le despertó en plena madrugada, algo que era más habitual de lo que gustaría pero aún así siempre lograba asustarle. Esa noche, como en otras tantas, Nani no pudo volver a conciliar el sueño y, como en tantas otras, estaba solo. Sus padres le habían abandonado siendo todavía un niño. Amadora, un barrio humilde de los suburbios de Lisboa, es un lugar desaconsejable para crecer y Nani tuvo que hacerlo prácticamente solo. Cuando tenía seis años su padre se marchó de vacaciones y nunca volvió. Su madre tuvo el detalle de 'tardar' un poco más. Esperó hasta que su hijo cumpliera los doce para irse a Holanda en busca de una nueva vida. En un lugar donde la droga y el crimen son parte del paisaje, donde la policía portuguesa apenas se atreve a entrar, Nani creció solo, viviendo con el único cobijo de una casa construida con placas de metal.
"Dónde crecí siempre había problemas con la policía y se escuchaban disparos. Era un nido de violencia. Muchos de mis amigos de entonces están ahora en prisión. A mí me salvó el fútbol"
"Era difícil vivir allí. Siempre había problemas con la policía y se escuchaban disparos. Era un nido de violencia. Muchos de mis amigos de entonces están ahora en prisión. A mí me salvó el fútbol", recuerda Nani. El fútbol se convirtió en su salvación y lo fue gracias a su hermano mayor, Paulo Roberto, a quien admiraba profundamente. Paulo Roberto jugaba a fútbol y, por lo tanto, Nani también quiso hacerlo. "Él me enseñó todo lo que sé. Yo no sabía nada sobre el fútbol, ni cómo se jugaba, pero consiguió un balón para mí y me enseñó a jugar. Fue un padre para mí“, confiesa Nani. Su hermano fue quien le llevó por primera vez a hacer una prueba con el Real Massamá y cambió su vida para siempre. "Era un chico débil y mal alimentado, pero cuando vimos lo que podía hacer con el balón nos dejó boquiabiertos", relata Luis Neves, su primer entrenador en el Real Massamá.
El Massamá le dio dinero, comida, un carnet de identidad y, sobre todo, un motivo para vivir. "Mientras otros se metían en problemas de drogas, Nani estaba entrenando. Caminaba casi cinco kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para ir a entrenar porque no tenía dinero para pagar el billete de tren. El fútbol era su vida", relata Antonia, una vecina de Amadora que ayudaba a Nani y a la que ahora el futbolista portugués le ha comprado una casa en el centro de Lisboa. Su dedicación al fútbol fue extrema. Practicaba cinco o seis horas al día, y caminaba durante horas para poder entrenar. A los 16 años incluso se ejercitaba tanto en las categorías inferiores del Sporting CP como en las del Benfica para aumentar su carga de trabajo, hasta que los 'leones' le firmaron su primer contrato profesional.

Fue el primer paso para convertir su sueño en realidad, para sellar el billete de salida de una vida de pobreza condenada a futuro sin esperanza. El fútbol le rescató, y su hermano mayor le mostró el camino. El niño de los suburbios pasó a convertirse en uno de los futbolistas más cotizados del mundo y el Manchester Unitede pagó más de 25 millones de euros por su fichaje. Fue una transformación radical, aunque hay algunas cosas que no cambiaron en Nani. Pese a alcanzar el estrellato, continuó necesitando la figura de un referente, la guía de un hermano mayor. Y a falta de Paulo Roberto, ese papel lo interpretó Cristiano Ronaldo.
Desde que fichó por el Manchester United, Nani erigió a Cristiano Ronaldo en su hermano mayor, en su modelo a seguir, y el ahora jugador del Real Madrid aceptó el cargo. Ya lo era sin ni siquiera saberlo. Pese a que Paulo Roberto era seguidor del Oporto, Nani aceptó la oferta del Sporting CP porque allí habían jugado sus ídolos Luis Figo y Cristiano Ronaldo, y se marchó al Manchester United para seguir los pasos de su ahora compañero de selección. En Old Trafford Cristiano Ronaldo se convirtió en su hermano mayor, le apadrinó. "Cristiano fue de gran ayuda para Nani. Sin él no habría aguantado más de tres meses en Manchester", confiesa el exvalencianista Manuel Fernandes, amigo de infancia de Nani. Cristiano 'educó' a Nani a su imagen y semejanza y cuando se marchó al Real Madrid lo señaló como su heredero.
Sin Cristiano, Nani creció en Old Trafford y pese algunos problemas de rebeldía se acabó ganando la confianza de Sir Alex Ferguson. "Nani por fin ha madurado y ahora es uno de los mejores jugadores del mundo", señaló el técnico escocés. Sin embargo, los problemas extradeportivos acabaron marchitando su carrera y le alejaron del fútbol de primer nivel, quedando arrinconado en la liga turca, donde le fichó el Fenerbahçe. Ahora reclama una segunda oportunidad. En la Eurocopa de Francia 2016, Nani está demostrando que es un futbolista maduro que merece un hueco en una de las principales ligas europeas. El Valencia CF sería el escenario ideal para volver.