Un proyecto 'Nacido el 4 de julio'
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El periodista no es noticia, pero es persona. Por eso, necesito contarte que para mí hoy es un día feliz, no sólo porque se acaben de cumplir 10 años desde que me casé (Gracias Raquel por aguantarme), sino porque se acaba -en mi opinión- la peor fase de la temporada para el club y para los de mi gremio. Sin el equipo trabajando, con los directivos fuera y el director deportivo de viaje ha sido difícil desempeñar nuestra labor social, que no es otra que contar las cosas que pasan. Por eso, cuando nada sucede, o lo poco que ocurre es irrelevante, llenar un diario no es tarea sencilla. Hecha esta precisión necesaria y a modo de respuesta a los miles de amigos que me preguntan por la calle por los fichajes del Valencia, también es buen día para asegurar que estoy convencido que las cosas van a cambiar radicalmente a partir de ahora.
En El Desmarque, como en nuestra sana competencia, sabemos que la verdad del Valencia CF 2016-2017 comienza este mismo lunes. Como la película de Oliver Stone, el Valencia de Pako Ayestarán será un proyecto Nacido el 4 de julio. Así, estoy convencido que la campaña, comenzando por lo que resta de verano, no será un camino de rosas, como no lo es para Ron Kovic cuando regresa herido e inválido de la guerra de Vietnam. Más bien estará plagado de espinas, vicisitudes en forma de lesiones, fichajes frustrados o decepciones deportivas, pero confío en que haya un final feliz.
Como buen humanista que soy, estoy convencido que la plantilla del Valencia terminará encontrando el camino hacia la paz interior y exterior, que es lo mismo que busca Tom Cruise en la peli. En este sentido, los objetivos son claros: recuperar la ilusión del valencianismo y, al final de temporada, volver a estar en plazas europeas.
Como buen humanista que soy, estoy convencido que la plantilla que compongan la terna formada por Layhoon Chan, Suso García Pitarch y Pako Ayestarán, terminará encontrando el camino hacia la paz interior y exterior, que es exactamente lo mismo que busca Tom Cruise en la peli. En este sentido, los objetivos valencianistas son claros: recuperar la ilusión del valencianismo y, al final de temporada, volver a ocupar un puesto en plazas europeas.
Como le sucede al protagonista en el film de referencia, el Valencia ha superado ya esta primera fase de desengaño en la que debieron producirse salidas y entradas. Las advertencias de Suso: 'se prevé un largo (y cálido) verano' no sólo se han cumplido, sino que amenazan con prolongarse un tiempo más. Quedarse aquí vale de poco. Es la hora de dar un nuevo giro de tuerca a la situación y comenzar a luchar por lo que se pretende. Si el Valencia quiere devolverle la paz a su afición y recuperar el prestigio deportivo perdido, es la hora de pensar no sólo en Nani, Albiol, Kostic, Diawara y compañía (ya llegarán y se irán los que sobran), sino en centrarse en lo que hay, en apretar los dientes, hacer una pretemporada digna de un equipo que quiere competir hasta el final y pensando únicamente en el bien deportivo. Sólo así tendremos, como nuestro soldado Tom Cruise, un final feliz que bien nos lo merecemos ¿no? Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia