El Éibar humilla al Valencia en Mestalla

El Éibar pasó por encima de un Valencia CF que demostró estar a años luz del conjunto armero y, por ende, de los equipos que aspiran a meterse en plazas europeas al vencerle en Mestalla por 0-4. Los de Voro, a merced de los vascos desde el principio, vieron en el debut de Zaza como titular y de Orellana como valencianista, que el equipo de Mendilibar fue netamente superior desde el principio. La SD Éibar se adelantó gracias a un gol de cabeza de Sergi Enrich y se aprovechó de un penalti inexistente en el 45 de Carlos Soler para marcar el segundo, obra de Adrián. Con un jugador más por la expulsión del canterano valencianista, y con media parte por delante, Dani García con un trallazo, y Sergi Enrich, pusieron la sentencia.  

Voro, de inicio, se la jugó con Medrán y Zaza, tal y como ElDesmarque Valencia había publicado el jueves. El italiano se había ganado la titularidad en los pocos minutos que tuvo contra Las Palmas y salió con ganas. El primer balón que tocó acabó jugándoselo lanzando un chut muy desviado desde 25 metros. El transalpino tiene 
Zaza salió motivadísimo, ayudaba en defensa, peleaba todas dispuesto a demostrar que el sacrificio de desplazar a Mina a la banda izquierda había merecido la pena. Arbilla probó sus tacos en el 6'.
En defensa el equipo sufría, y eso que Montoya salió en plan estrella, con un par de slaloms dignos del mismísimo Alberto Tomba, resquebrajando las líneas del Éibar. Pero no era suficiente. Los armeros, mejor colocados, presionaban muy arriba generando muchos problemas a los de Voro.

Zaza falla la primera

Con todo, el Valencia fue quien debió inaugurar el marcador. En una salida fulgurante de Gayà por la izquierda, puso un centro medido para Zaza quien, a bocajarro, remató alto cuando Mestalla ya cantaba el gol.   
La respuesta eibarresa no se hizo esperar, pero por fortuna el remate de Arbilla salió desviado por poco. Era el prolegómeno del gol. Los de Mendilibar estaban mejor colocados, llegaban más y marcaron. En el 27 Escalante hacía un centro medido desde la derecha y Sergio Enrich tirándose en plancha cabeceaba sin la oposición de Montoya y lejos del alcance de Alves. El 0-1 enfrió Mestalla y los bríos de un Valencia cuya única consigna ofensiva eran balones colgados a Zaza. 

Y Munuera remata al Valencia

Lejeune, de cabeza, probó los reflejos de Alves a la salida de un córner en el minuto 38. El meta protestaba, se giraba a la grada y ésta silbaba. Mario Suárez, muy desacertado, y un desajuste defensivo que desesperó a la hinchada, presagiaban el caos final con el que acabaría la primera miad. A la salida de un córner el árbitro se inventaba un penalti de Carlos Soler a Escalante -que exageraba un manotazo y hacía picar al joven valencianista y al colegiado- y expulsaba al joven canterano. Adrían ponía el 0-2 y el trencilla señalaba el camino de los vestuarios  

Voro se la juega con Orellana

Voro sentó a Cancelo en el descanso e hizo debutar a Orellana. Tenía 45 minutos para foguearse y tratar de lograr una remontada épica con un jugador menos y dos goles abajo. El Éibar, que se las sabe todas, a las primeras de cambio le había 'marcado' el terreno sin que Munuera amonestara al armero de turno. Y aunque anuló correctamente un gol de Adrián por fuera de juego, que precedía el 0-3 de Dani García. Un auténtico golazo en el 57 tras empalmar un balón desde la frontal que se colaba como un obús cerca de la escuadra de la meta defendida por Alves. 

La sentencia

Sergi Enrich, aprovecharía una de las múltiples ocasiones que se le presentaron para ampliar la renta. Un control con el pecho, una salida en falsa, un marcaje débil de Montoya, y 0-4.
El Valencia tiraría de garra en busca del gol del honor. Zaza lo intentó hasa la saciedad, pero quien más cerca estuvo fue Orellana, con una vaselina medida que sólo un escorzo de Yoel evitó que entrara. 
Voro, quizá pensando en darle descanso, sentó a Mina, que se había desfondado con más ímpetu que acierto. 
Al final, pitada, pañolada, decepción, tristeza y a casa. El Valencia sigue protagonizando una temporada deleznable y sólo la endeblez de sus rivales hace que el equipo no esté más abajo en la tabla. 
 

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